(PD).- El nadador estadounidense Michael Phelps ha escrito un nuevo capítulo en la historia de los Juegos Olímpicos al igualar la marca obtenida por Mark Spitz en 1972 con siete medallas de oro en la cita pekinesa. Phelps, en un increíble final, remontó para superar al serbio Milorad Cavic, que se llevó la plata, y al australiano Andrew Lauterstein, bronce, aunque no lo hizo con récord del mundo al marcar 50.58s.
Por momentos la sorpresa se dio cita en el Cubo, aunque no con el nombre esperado. Phelps temía a su compatriota Ian Crocker, plusmarquista mundial, y el que se tornó rival fue finalmente el serbio Milorad Cavic. El balcánico demostró que su récord olímpico de las semifinales no era casualidad. Dominó con solvencia los primeros 50 metros, mientras que el seis veces campeón olímpico en Pekín quedaba rezagado en el séptimo lugar con 62 centésimas por remontar.
Los segundos 50 metros de Phelps fueron espectaculares, sobre todo su tramo final. Su potencia apareció en todo su esplendor y fue comiendo terreno a todos sus rivales, todos sobrepasados, salvo Cavic, irreductible hasta el final, únicamente a la hora de tocar la pared, sólo por una centésima.
El de Baltimore explotó de júbilo ante otro oro sufrido, el séptimo, el que le permitía alcanzar a Spitz, aunque no fuese acompañado de la habitual plusmarca mundial, sólo con récord olímpico. El serbio se quedó con la plata, y el bronce ni siquiera fue el premio para el detentor del mejor tiempo, Ian Crocker, superado, también por una centésima, por el australiano Andrew Lauterstein.
Protestas
Tras la victoria de Phelps, la Federación Serbia de Natación ha presentado una protesta oficial contra el ajustado resultado que ha dejado a su nadador Minorad Cavic segundo en la final de 100 mariposa. «La medalla de oro es muy importante», ha apuntado el jefe de la delegación serbia, Branislav Jevtic, después de que su pupilo perdiera por una centésima de segundo.
La Federación Internacional de Natación ha rechazado minutos después los alegatos de la expedición balcánica, que Jevtic no quiso anunciar. La queja estaba formulada en contra del sistema de cronómetraje al considerar que Cavic había tocado primero la pared que detiene el reloj.
«Como todos sabemos la tecnología es imperfecta, es posible que no hubiera funcionado bien», ha agregado Jevtic antes de que la FINA estudiara de nuevo el vídeo y rechazara la protesta. Michael Phelps consiguió su séptimo oro en los Juegos.
