(PD).- Laporta sigue empeñado en meter la política pancatalanista en el fútbol. Y con niños de por medio. Ya dio muestras de su absurdo nacionalismo el pasado año en el Mundialito de Algarve y lo ha vuelto a repetir. Las directrices de esta directiva consisten en que los chavales -de apenas ocho años- no salgan mientras suena el himno español. Bonito ejemplo el de este fanático presidente.
Este fin de semana, los pre benjamines del Barcelona jugaba contra el Benfica. A la hora de formar, el club se negó a que los jugadores salieran mientras estuviera sonando el himno español dejando a los jugadores portugueses como única audiencia. Laporta, que quizá haya olvidado que hay más seguidores del Barça fuera de Cataluña, no sólo rechaza disimular su extremismo sino que lo justifica.
Laporta explica que propuso a la organización «salir con el himno del Barcelona, y eso no es hacer política». Para el presidente del Barcelona, «lo que quizá sí es hacer política es querer salir con otro himno que no corresponde».
Considera que no es «ninguna falta de respeto a ningún himno» y que se trata de una polémica «ficticia, mediatizada y manipulada»
Los organizadores del torneo han querido buscar una polémica para promocionar el torneo, dado que este año ya no han ido el Manchester United o el Real Madrid.
En una charla en el Instituto Francés de Barcelona, Laporta explicó que Cataluña es «un pequeño país que está entre Francia y España pero que tiene una historia milenaria. Es un orgullo explicar Cataluña al mundo».
Es falso que nosotros hubiéramos pedido que saliese el Barça bajo el himno de Els Segadors, el himno nacional de Cataluña, al que también respeto absolutamente y hacia el que yo peronalmente tengo un sentimiento especial.
Amenazas del club
Ricardo Godoy, director general del torneo, aseguró en Marca que «ya el pasado año Laporta se puso en contacto con nosotros para intentar que no sonase el himno español. Esta vez, temiéndonos que pasara lo mismo, pedimos al club una carta firmada por Laporta con la petición por escrito».
Se presentó en mi despacho un ejecutivo del club azulgrana que nos dio un papel escrito a mano y que se mostró agresivo. Incluso nos amenazó con que el club no iba a participar más en el torneo.
Mismo escenario, mismo ejemplo
No es la primera vez que Laporta mea fuera del tiesto. El pasado año y en el mismo torneo, los juveniles del Barcelona se negaron a salir al campo hasta que no finalizó el himno español. Entonces, uno de los entrenadores reconoció que se debía a «órdenes del club».
A Bojan, cuyo padre es serbio y no le hará ninguna gracia oír hablar de independentismos, le negaron posar con la camiseta de España poco antes de su convocatoria para un partido de la selección. Para Laporta el mejor ejemplo de jugador debe ser Oleguer y pidió públicamente a los jugadores catalanes conovocados por Aragonés que jugasen «a media marcha» alegando el riesgo de lesión. Sin embargo, no dijo nada cuando Jorquera -el segundo portero del equipo- se lesión gravemente cuando disputaba un Cataluña-País Vasco, claro que eso era por la causa.
Salidas de tiesto
Desde su llegada a la presidencia, Laporta se ha empeñado en llevar el pancatalanismo a los terrenos de juego. Han sido muchos los detalles -retirada de banderas, etc- que han pasado desapercibidas y la política de «més que un club» ha marcado la pauta para los desmanes nacionalistas.
No le importó demasiado que uno de sus jugadores defendiera a un terrorista como De Juana y en cambio sí denunció a Salva por sus ‘lindezas’ acerca de Oleguer. Claro que este presidente obliga a sus jugadores -independientemente de su nacionalidad- a aprender catalán y discrimina el castellano.
ENLACES RELACIONADOS:
-«O se mejora el uso del catalán o habrá que crear una República Catalana del Barcelona»
-«Es una vergüenza que tengamos que ceder a los internacionales»
-Laporta coge del cuello en plena calle a un ex empleado del Barça
-Laporta echa a gritos a su chófer del coche en pleno centro barcelonés
