Edurne Uriarte: «Zapatero está haciendo una política económica atendiendo a los sindicatos»

Ana Avellano (PD).- La foto del diálogo social quedó enmarcada por una conversación entre ZP y Díaz Ferrán: «Os doy 48 horas. Si esto no evoluciona, actúo como Gobierno». Pero la frase no deja de ser una anécdota porque estos sindicatos sólo se representan a sí mismos mientras el Gobierno sigue a lo suyo como si no hubiera crisis. De ahí que Esperanza Aguirre le denominara “sindicalista retrógrado piquetero”. La columnista de ABC, Edurne Uriarte, está de acuerdo con éstas palabras porque “es la definición de la política que está llevando el Gobierno”.

Aguirre ha tachado a Zapatero de «sindicalista retrógrado piquetero» por la ruptura con del diálogo social. ¿Qué le parece esta definición?

Es un resumen de las tendencias ideológicas del presidente del Gobierno. Zapatero está haciendo la política económica mirando y atendiendo las exigencias de los sindicatos. Y en este sentido, me parece que es la definición de la política que está llevando.

¿Cree que Zapatero quiso irse de vacaciones con los empresarios atados en corto y le salió mal la jugada?

Ciertamente ha sido un fracaso. Pensaba sacar algún tipo de acuerdo y ha sido un error. Además luego ha cometido el error de enfadarse con la CEOE que tampoco parece muy inteligente a estas alturas. En el caso Zapatero era inevitable que esto pasara debido a las líneas de su política económica.

Son muchas las voces críticas frente al viaje de Moratinos a Gibraltar. ¿Se hizo bien en celebrarse esta reunión en el Peñón?

Sí, ha sido un grave error. La visita la decidió Zapatero y creo que el Gobierno ha realizado esta reunión sabiendo perfectamente su significado. No se ha tratado de una improvisación, está dentro de un cambio de política respecto a Gibraltar que empezó en 2004.

De esta reunión de Gibraltar me preocupa la aceptación de facto que el Gobierno ha hecho de la posición de Gran Bretaña y de Gibraltar. Con esta reunión el problema principal es el mensaje que se nos ha transmitido a los españoles, a Gibraltar y a Reino Unido. Las numerosas infracciones que se producen con Gibraltar es otro problema que no se ha podido resolver nunca. El Gobierno con esta reunión se equivoca en la medida en que adopta una posición de menor exigencia con Gibraltar.

¿Fue una bajada de pantalones?

El problema de este Gobierno, que explica en buena medida lo que ha sucedido en Gibraltar, es que tiene un gran complejo con aquello que llama “nacionalismo español”. Se cree que cualquier defensa de los intereses de España puede ser nacionalismo español. Y lo que hace (y lo ha hecho en Gibraltar) es adoptar posiciones de “no nacionalistas españolas”. En el caso de Gibraltar no defiende los intereses de los españoles aceptando las posiciones de Gran Bretaña y de Gibraltar.

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