Miguel Pato y María Jesús Mas (PD)-. El que fuera presidente de la AVT, Francisco José Alcaraz, cuando la crítica hacia el Gobierno de Zapatero y contra su política antiterrorista llenaba las calles, lamenta que la actual Junta Directiva haya dado un importante paso atrás al abandonar la línea de denuncia y tutela al poder político que había conseguido construir esta organización.
¿Con la división que se ha escenificado en el seno de la AVT entre partidarios de usted y de García Casquero, poco futuro se augura para la asociación?
Siempre me he negado a que se hable de partidarios de Casquero o de Alcaraz, sino de partidarios de la línea de actuación de la AVT de los cuatro años del mal llamado Proceso de Paz. Ahora muchas personas creen que esa rebelión cívica ha sido abandonada e, incluso, perseguida por la línea de actuación de la actual Junta Directiva.
Pero, ¿por qué no se ha hecho aquello de que los trapos sucios se lavan en casa?
Pero uno no puede utilizar ese argumento para que los trapos sigan estando sucios. Uno no puede decir que los trapos sucios hay que lavarlos en casa para llegar a casa y que los trapos no se laven.
Una vez que el PSOE abandonó la negociación con ETA, y el PP dejó de criticarles, ustedes se evaporaron de los medios de comunicación. ¿No tienen la sensación de haber sido utilizados como arma política en un momento dado?
Lo que me molesta no es sólo que desde la AVT se haya dejado de protestar por un proceso de negociación (lo haya o no en este momento). Sino que hay muchas otras acciones que pueden suponer cesiones a los terroristas que, sin ser un proceso de negociación, son cosas que tienen que estar denunciando constantemente.
Por ejemplo, en las últimas semanas y meses se ha excarcelado a terroristas objetando que padecen depresión. Pues mire, si hemos salido a la calle para exigir que De Juana Chaos cumpla íntegramente sus condenas y no permitir que el Estado se doblegara ante ningún chantaje; creo que las víctimas del terroristas como Kurika (asesinó a tres personas y excarcelado hace un mes) tienen el mismo derecho a que se reivindique justicia para sus familiares. Que la AVT permanezca en silencio ante esas excarcelaciones, en silencio cuando ANV está en las instituciones… Es un paso muy atrás.
Pero como la oposición ya no critica al Gobierno en materia antiterrorista, tal vez, su mensaje llega con menos fuerza pues no viene respaldado por aquella línea política tan dura.
Lo que no podemos hacer es esperar a las reacciones de la oposición por las cesiones que se puedan hacer al terrorismo y, en virtud de ello, hacer o dejar de hacer.
Si esperamos a lo que haga la oposición o a lo que haga el Gobierno y a eso le damos prioridad sobre los principios que defendemos, entonces sí que estaríamos trabajando de forma partidista.
¿Le gustaría poder volver al frente de la AVT porque cree saber como arreglar las cosas?
Si mi intención hubiera sido volver a la AVT y arreglar los problemas que veo en la Junta Directiva, entre otras cosas, mi esposa y yo no nos hubiésemos presentado con un solo voto cada uno. Porque los socios pueden participar en las asambleas con su voto y otros tres votos delegados.
Y no hay ningún socio en España que pueda decir que yo le haya pedido que me delegara su voto para mostrar nuestra fuerza. Muchos socios sí me han llamado para ofrecerme su voto y no he cogido ninguno.
Quiero dejar claro que en ningún momento he tenido, ni tengo, ninguna intención de volver a presidir la Asociación de Víctimas del Terrorismo. Creo que no es bueno para ninguna organización que las personas se mantengan en los cargos directivos mucho tiempo porque se tiende a perder la ilusión y la fuerza.
¿Cree que García Casquero está legitimado para ser presidente de la AVT?
Desde la Junta Directiva han empleado todo el dinero que tienen y todo su esfuerzo en recorrer España para recopilar todos los apoyos que le hacían falta para ratificar su modelo de gestión y conseguir la rácana victoria que han obtenido; readmitiendo, incluso, a miembros de la organización que habían sido expulsados.
Yo, francamente, no puedo decir que esta Junta Directiva está o no legitimada. Pero si yo, después de este año de gestión, tengo un apoyo del 60%, en la misma asamblea dimito. Y me remito a los hechos, en mi primer año de gestión, en la primera asamblea obtuvimos un respaldo del 100%.
¿No le parece excesivamente dura la afirmación de los críticos con García Casquero de que éste ha hecho “más daño a la AVT en seis meses que en los cinco años de mandato del jefe del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero”?
La realidad es tan dura como la carta que contenía estas críticas deja ver. Porque ni siquiera a finales de los años ’90 cuando la gestión fue caótica y se perdían los millones a centenares, la gestión de la Junta Directiva era aprobada por un margen mucho mayor del que ha tenido Casquero.
Pero, ¿realmente cree que los asociados a la AVT podrían llegar a estar desprotegidos?
Me preocupa que, aprendido de los errores del pasado, lo que habíamos conseguido era profesionalizar la asociación con técnicos. No contratando a amigos, o conocidos sino técnicos que respondan con su trabajo al margen de la línea ideológica que tenga la AVT.
El señor Carquero ha destruido prácticamente todo ese equipo profesional a los que realmente hay que agradecerles que la AVT se haya reflotado. Y las víctimas sí que han quedado desprotegidas. Porque cuando los buenos profesionales vean que cada Junta nueva echa a la calle a todo el equipo técnico sabrán que dentro de la AVT tienen poca esperanza de tener una vida profesional sólida.
¿Qué futuro le ve a la AVT?
Soy bastante pesimista. Creo que la AVT va a permanecer viva pero de ello ya se va a encargar el Gobierno que no va a tener ninguna duda en apoyar a la AVT en materia económica. De hecho las ayudas a través del IRPF se las ha aumentado por cinco.
Eso sí, la AVT se mantendrá más en una línea de convivencia, asistencial… La AVT nunca había dado un paso tan importante en el tono de sus reivindicaciones como en los últimos años y el Gobierno quiere que vuelvan a lo anterior.
La clase política quiere que la AVT vuelva a su ser, es decir, una organización acomodada que tiene cubiertas sus necesidades económicas y que no sea ningún problema en el momento en que nuestros Gobernantes (con o sin oposición) lleguen a algún acuerdo político con los terroristas. La clase política no quieren que haya ninguna organización ciudadana que vuelva a promover una rebelión cívica. Eso sería tutelar a la clase política y es algo que no le gusta a nuestros Gobernantes. A la clase política no le gusta que la AVT tutele la política que se haga respecto al terrorismo.
