Miguel Pato y Ana Avellano (PD).- Llega un momento en nuestras vidas en que caemos en la rutina y no luchamos por hacer cosas diferentes. La autora cree que, al menos una vez en la vida, aparece alguien que te abre los ojos y desaparece esa monotonía. Es entonces cuando todo vuelve a tener sentido.
Antes comprábamos las cosas con vistas al futuro y pensábamos que “serían para toda la vida”. Y las cosas cambian, en el siglo XXI sentimos un despego aquellos objetos que nos rodean. En ellos, Marta Rivera establece una importancia capaz de hacer que una anodina existencia cambie de forma radical.
Así, en “La importancia de las cosas” (Ed.Planeta) Marta Rivera cuenta cómo un simple detalle puede cambiar nuestra vida. El protagonista de la obra, Mario Menkel, vive de forma rutinaria hasta que la muerte de su inquilino le cambia la vida. Montalvo, su inquilino, guardaba todas sus pertenencias meticulosamente y Mario tendrá que desprenderse de ellas para poder alquilar el piso de nuevo.
En este brete que le pone la vida, Mario aprenderá que todas las cosas tienen su historia. Las pertenencias de Montalvo darán a Mario la oportunidad de su vida.
“Todos necesitamos que por lo menos una vez en la vida aparezca una persona que sea el detonante de cosas nuevas. El cruce de destinos y segundas oportunidades aparecen cuando menos lo esperas”.
Para la autora de “La importancia de las cosas” lo más importante es el valor sentimental que tenemos a los objetos. Éstos nos recuerdan a alguien o el porqué los conservamos. Marta Rivera piensa que aunque todos tengamos un objeto para cada uno tiene una añoranza distinta.
