Tatiana R. Brito y Miguel Pato (PD)-. De la ambición y el poder nos habla en su nuevo libro “Dinastías de tradición” (Ed. Esfera de los libros), del experto José Luis Sampedro Escolar, quien da cuenta de las luchas fraticidas en el seno de las familias dinásticas donde se mezclan la ambición y el miedo a perder el poder”.
Los enfrentamientos en las distintas familias dinásticas estuvieron muy presentes hasta el siglo XVIII. El monarca en el poder mataba para preservar su estatus o era asediado y asesinado por hermanos, hijos o sobrinos que querían hacerse con el trono.
Para José Luis Sampedro Escolar esta lucha es la que llevó tantas veces a Europa a guerras civiles y revoluciones
“Los que nos han llevado a las guerras civiles han sido las dinastías monárquicas y los sectores enfrentados de los poderes imperantes en las circunstancias de división social: la burguesía, la aristocracia en decadencia, los comerciantes y de la Iglesia. Arrastraban al pueblo con ellos”.
El autor declara que los historiadores tienen muchos prejuicios a la hora de abordar los acontecimientos históricos. Además afirma que:
“En el caso de las monarquías los que escriben la historia son los asalariados de los reyes. Los monarcas gastaban mucho dinero en escribir sus historias. Isabel I se encargó de que su padre, Enrique VIII, fuera retratado como un hombre bonachón y simpático a pesar de haber decapitado a dos de sus mujeres”.
José Luís Sampedro dice que las comparaciones son odiosas entre los miembros de la dinastía borbónica en el caso español:
“Si hablamos de Fernando VII tendríamos que decir que fue un rey nefasto. Pero si hablamos de Alfonso XII diremos que fue un rey magnífico. Y Don Juan Carlos ha sabido hacer un buen papel en el momento histórico que le ha tocado”.
El escritor defiende el hecho de que la realeza contraiga matrimonio con personas que no pertenezcan a la nobleza:
“A lo largo de la historia muchos han sido los reyes que se han casado con mujeres que no pertenecían a la nobleza, sobre todo en la Edad Media. Luego algunas de esas mujeres llegaron incluso a ser beatificadas. Por eso pienso que Doña Letizia Ortiz Rocasolano puede hacer mil veces mejor de regente que cualquier princesa de Mónaco”.
