David Zurdo y Ángel Gutiérrez: «Su estrés puede ser el culpable del mal funcionamiento de su ordenador»

David Zurdo y Ángel Gutiérrez: "Su estrés puede ser el culpable del mal funcionamiento de su ordenador"

María F. Cruz, Tatiana R. Brito y M. Pato (PD)-. Nueva York se quedó en el 2003 unas horas sin flujo eléctrico y se sucedieron los saqueos, el vandalismo y hubo problemas de todo tipo. Esto ocurrió en solo una ciudad y en una sola noche. Imaginemos que se extiende al mundo entero y de forma permanente.

Ángel Gutiérrez y David Zurdo basan su libro, La señal (editorial Plaza Janés) en esta hipótesis. Y aunque sea una posibilidad remota, no se puede descartar que un día el ser humano se encuentre en esta situación.

“Todas las redes informáticas están conectadas, de manera que podría suceder que se cayesen todas a la vez, generando un caos que nos llevaría a una especie de nueva edad media… en la que muchos no sobrevivirían.”

El problema de una caída en bloque, como plantea el libro, es que produciría daños físicos en los sistemas que los harían inservibles.

“Pero no estamos hablando de que se caigan los sistemas porque sí, sino por la existencia de otros sistemas de control… los militares. Estos sistemas militares tienen acceso a nuestros ordenadores; nuestras llamadas y nuestros e-mails ya están siendo interceptados por Echelon (Una red de espionaje controlada por EEUU, Canadá, Gran Bretaña, Australia y Nueva Zelanda)”.

Sí, el ser humano está ganando comodidad gracias a las máquinas, pero está pagando un alto precio: la dependencia.

Otro tema que abordan Ángel y David en La señal es lo que se denomina Proyecto Conciencia Global. Tuvo sus orígenes en el año 80 en la Universidad de Princeton. Estaban investigando una serie de dispositivos electrónicos y se percataron de que en los equipos sucedían cosas que nadie podía explicar.

“El razonamiento que dieron era que la mente de los investigadores afectaba a los dispositivos electrónicos sin tocarlos.”

Cuando la estadística falla, nos plantemos el por qué del origen de esa anomalía. La ciencia estudia esas razones. Uno de esos trabajos habla de esa conciencia global, los presentimientos u emociones de millones de personas que pueden registrarse en grandes ordenadores e interferir en su funcionamiento.

Esto podría esconder ese poder de nuestra propia mente que no somos capaces de explicar. David Zurdo comenta que,

“A todos nos ha pasado alguna vez que nos miran y nos damos la vuelta y, efectivamente, nos están mirando. También nos ha pasado que nos ponemos a pensar en una persona con la que hace mucho tiempo que no hablamos y de repente esta persona nos llama.”

“Lo que es curioso es que una universidad puntera, como lo es la de Princeton, con 18 premios Nobel, afirme que esto es una realidad científica y que esas percepciones que nosotros tenemos afectan a algo tan frío como son las máquinas.”

A lo que Ángel tiene que añadir que hay estudios de Sony o IBM que determinaron que una persona estresada se coloca delante de un ordenador y tiene más probabilidades de que éste falle.

De manera que si su ordenador deja de imprimir en el momento menos acertado, no se enfade con ella: trate de recordar que su estrés puede ser el culpable del mal funcionamiento de la máquina.

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