Nayat El Haschim: «La sumisión de la mujer hacia el hombre no está en países remotos»

Nayat El Haschim: "La sumisión de la mujer hacia el hombre no está en países remotos"

María F. Cruz y Miguel Pato (PD)-. “El último patriarca” nos habla sobre todo de un enfrentamiento generacional, un enfrentamiento causado por dos maneras diferentes de ver el mundo. Más allá de los choche culturales es la Historia de unos inmigrantes marroquíes a España donde su hija se enfrenta con las “tradiciones” milenarias impregnadas en su padre.

Y es que Mimoun no consigue entender a su hija que, además de ser más joven y vivir por tanto otra época, vive en otro país: España. “El último patriarca” (Ed. Planeta) pone en consonancia dos mundos, pero sobre todo refleja la realidad con la que se encuentran muchos inmigrantes al llegar a nuestro país.

“En el ámbito rural, cuando una hija se casa y se va a vivir con el marido, el padre solo es capaz de pensar que pierde su mano de obra y en que va a pasar su vejez solo.”

Quizá por eso los hombres musulmanes muchas veces prefieren tener hijos varones. Sin embargo, la novela de Nayat El Hachmi, lejos de caer en convencionalismos, refleja la otra cara del padre de familia.

Según esta autora marroquí, este comportamiento de cesión de poder es comprensible si consideramos que es mucho más fácil dejar que las responsabilidades las tenga otro.Y el otorgar al marido el poder es una manera sencilla de no tener que responder ante sus propios actos.

“Hay muchas formas de sumisión presentes hoy en día; actitudes que nos recuerdan que no hace tanto tiempo que decidimos terminar con ese orden. Cuesta mucho cambiar la conciencia de las personas.”

Basta con echar un vistazo a la televisión para percatarse de que la sumisión por parte de las mujeres a los hombres no solamente está presente en países remotos, sino que también se dan casos en Europa.

“Yo he vivido poco tiempo en Marruecos, así que las discriminaciones en cuestión de género me han sucedido en España. Sigue haciendo falta un cambio profundo en la sociedad.”

Nayat destaca que aunque la sociedad se ha hecho a la idea de que el problema está resuelto no es verdad. Ella ni es, ni quiere ser igual que un hombre, y por eso le revuelven asuntos como el de la maternidad.

“Tengo necesidad de ejercer de madre, y no quiero sentir que ni estoy cumpliendo como trabajadora ni como madre. Los gobiernos, en lugar de crear guarderías para niños, deberían idear una solución que permita a las madres ir a recoger a sus hijos al colegio y pasar la tarde con ellos.”

Pero Nayat cree que los gobiernos toman la postura más fácil y no se van a enfrentar a aquellos que tienen el poder económico.

“El cheque de 2500 euros ni es suficiente, ni es solución”

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