¿Podemos parar el calentamiento global?

¿Podemos parar el calentamiento global?

Hace unos años muy poca gente se preocupaba por conceptos como el cambio climático o el calentamiento global, hoy son parte de la discusión política casi diaria, está permanentemente en las televisiones y las páginas de los periódicos e incluso es una de las conversaciones y preocupaciones de muchos ciudadanos. Hasta tal punto llega la atención al problema que parece que toda España atiende estos días a la visita del que fuera vicepresidente de EEUU, Al Gore, reconvertido ahora en uno de los principales activistas ecologistas del planeta.

¿Es la humanidad la culpable de este calentamiento? ¿Será catastrófico, terrible o simplemente incómodo? ¿Podemos hacer algo para pararlo? ¿Es el famoso protocolo de Kyoto la herramienta adecuada para hacerlo? Estas son algunas de las preguntas que hemos tratado de responder el Debate de Periodista Digital de este martes, en el que participaron Concha Martínez, subdirectora de la Dirección General de Cambio Climático del Ministerio de Medio Ambiente; Gabriel Calzada, Director del Instituto Juan de Mariana; y Heikki Willstedt, representante de Adena/WWF.

Es complicado extraer una única conclusión del debate ya que las posturas parten de puntos muy alejados, no obstante hay puntos de acuerdo que sí es posible resaltar como la necesidad de hacer un uso racional de la energía o de reducir nuestra dependencia de los combustibles fósiles como el petróleo o el carbón.

Escuche el debate completo:


¿ESTAMOS CALENTANDO LA TIERRA?
Toda discusión sobre el calentamiento global se inicia en dos grandes preguntas: ¿se está calentando la Tierra? Y casi más importante aun: ¿es la actividad humana la responsable del fenómeno? La primera en respondernos es Concha Martínez:

Es una de las afirmaciones más importantes que hay en el resumen del documento aprobado la semana pasada por el IPCC en París, allí se afirma textualmente que el “calentamiento es inequívoco”. Además, también se afirma que este calentamiento es “muy probable” que esté siendo producido por la actividad humana. En el lenguaje de estos informes ese “muy probable” significa que el grado de certidumbre es superior al 90 % por ciento.

El representante de Adena/WWF, Heikki Willstedt, se muestra de acuerdo con su compañera de mesa:

Desde Adena/WWF no podemos más que refrendar estos datos, de hecho muchos de ellos vienen dados desde hace bastante tiempo Por ejemplo, el principal científico de la NASA, James Hansen, ya avisaba en los años ochenta de que a partir del año 2000 iba a notarse el calentamiento global en toda su virulencia y eso es lo que estamos viendo: desde el 2001 cada año bate los records del anterior.

Sin embargo Gabriel Calzada se muestra radicalmente en desacuerdo con sus predecesores en el turno de palabra:

En primer lugar si hablamos de calentamiento creo que sería adecuado decir que en los últimos 100 años, y en esto todos los científicos están de acuerdo, la Tierra sólo se ha calentado 0,6 grados centígrados. Además, no está nada claro que esto sea resultado de la actividad humana, la mayor parte de los científicos asegura que los principales factores son el vapor de agua y la actividad solar, mientras que el ser humano juega un papel residual, si bien ese papel podría tener su importancia. Lo que ocurre es que la ciencia climática todavía no ha avanzado lo suficiente como que sepamos de verdad hasta qué punto llega esa influencia. Por eso el Protocolo de Kyoto se aprobó en virtud del “principio de precaución”, es decir, asumiendo que no sabemos que esto es así pero ponemos en marcha un sistema de racionamiento porque pensamos que podría ocurrir.

Y en cuanto al informe del IPCC del que habláis, es curioso pero en él nos encontramos que faltan algunas cosas que veníamos encontrándonos en estos informes y que han sifo piedras angulares de estas ideas: se olvida la “teoría del palo de hockey”, por ejemplo, o se admite que la Antártica ni se está calentando ni se está derritiendo, cuando todos los modelos previos de evolución del clima sobre los que se basan las teorías de los grupos ecologistas pasaban por un fuerte calentamiento de los dos polos.

PREVER EL TIEMPO Y PREVER EL CLIMA
Una de las cosas que levanta no poco escepticismo alrededor de estos temas es que, mientras los científicos no son capaces de decirnos si lloverá la semana que viene sí se arriesgan a predecir el tiempo dentro de 50 ó 100 años. Concha Martínez, meteoróloga, nos explica esta aparente contradicción:

Es que no hay que confundir entre la meteorología y climatología. La primera analiza una serie de parámetros para una escala espacial muy concreta y un espacio más o menos reducido. La climatología parte de datos parecidos pero usa series históricas largas y valores promedio y, además, trabaja en zonas amplias. Hay que tener claro que el clima siempre ha cambiado, está en su misma naturaleza hacerlo porque no es estático, lo nuevo de la situación actual es la velocidad y el ritmo al que se está cambiando y la influencia que el hombre está teniendo en cuenta.

Gabriel Calzada muestra su interés por el comentario de su contertulia:

Me parece muy interesante este análisis de las diferencias entre climatología y meteorología porque lo que yo oigo, al menos a los climatólogos, es que su ciencia todavía está más en pañales que la meteorología, de hecho lo que hacen es utilizar modelos informáticos para predecir el futuro y hasta ahora de los cientos de modelos que se han usado desde el año 87, cuando se hizo el primero, hasta hoy en día todos han fracasado sin excepción. Por ejemplo, en los últimos cinco años no ha habido nada de calentamiento según la NASA y otras fuentes y esto no ha ocurrido. Otra previsión que se hacía era que los océanos también se iban a calentar y la realidad es que se han enfriado. Y también está el problema de la Antártida del que ya hemos hablado, que si bien ha perdido hielo por una parte lo ha recuperado por la otra de tal forma que el neto ha sido cero. No estoy diciendo que no haya calentamiento, ni siquiera niego que pueda haber relación entre este calentamiento y el CO2, pero a día de hoy la ciencia no lo demuestra.

¿Pero no hay un gran consenso científico alrededor de estas afirmaciones? No según Gabriel Calzada:

En la última gran encuesta que se ha realizado entre climatólogos y científicos relacionados con esta área de los EEUU dio un resultado bastante sorprendente: un 41 % de ellos afirmaba que no se puede afirmar que el calentamiento se deba a la actividad humana.

¿ES KYOTO LA SOLUCIÓN?
A pesar de que lo participantes no se ponen de acuerdo en admitir la profundidad del problema o la responsabilidad que tenemos los humanos en esto el debate avanza asumiendo esas premisas y analizando qué podemos hacer al respecto. Por ejemplo, ¿es el Protocolo de Kyoto una solución razonable y efectiva? Para Gabriel Calzada más bien no:

Evidentemente no es la herramienta y, desde el punto de vista económico, es una medida fascista, muy similares a los racionamientos que Franco decretó en los años 40 y 50 y que nos llevaron a la pobreza más absoluta. Además, con él se van a conseguir unos beneficios realmente ridículos, las propias Naciones Unidas los cifran en 0,07 grados centígrados y eso aún en el caso de que todos los países lo cumpliesen, y a cambio se va a empobrecer a buena parte del mundo y se van a sustraer recursos de problemas que de verdad agobian al tercer mundo hoy en día.

Para Concha Martínez la realidad es otra:

El Protocolo de Kyoto es un primer paso muy importante y ha resultado tener unos elementos muy beneficiosos, tanto para ayudar a los países desarrollados a cumplir con sus compromisos como para permitir un desarrollo sostenible de los países menos afortunados. Es evidente que con los esfuerzos que señala el Protocolo no será suficiente para frenar el problema, va a ser necesario, y en ese sentido se está hablando ya en Naciones Unidas, establecer un nuevo régimen de cambio climático a partir de 2012.

La Unión Europea ya ha marcado su propio objetivo que es que el calentamiento no supere los dos grados y para cumplirlo van a ser necesarios sacrificios y, por ejemplo, los países en vías de desarrollo deberán reducir sus emisiones en un 30 %.

En este punto Gabriel Calzada no puede evitar interrumpir a su interlocutora:

Eso significa miseria para el tercer mundo, el problema más acuciante para esos países es la falta de energía y, una de dos, o les damos de alguna manera energía nuclear que no produce CO2 o no les quedará más remedio que producirlo ellos. En la economía actual la correlación entre crecimiento económico y producción de CO2 es tan fuerte que pensar que podemos reducir las emisiones de una forma tan drástica como la que proponen sin empobrecer especialmente a los más pobres es vivir en otro mundo.

REDUCIR EMISIONES SÍ, PERO ¿CÓMO?
Obviamente nadie puede estar en contra de reducir las emisiones de CO2 a la atmósfera, pero la pregunta obvia que surge es cómo lo vamos a lograr. Heikki Willstedt nos ofrece las recetas de su organización:

Las dos principales soluciones son el ahorro a través de la eficiencia energética y la apuesta por las energías renovables, por lo tanto lo que tenemos que evitar es seguir invirtiendo en energías contaminantes o que emiten CO2 e incrementar un poco más el apoyo a estas energías para lograr su despegue. Además, creo que es importante recordar que estas energías renovables como la eólica o la solar son mucho más útiles para los países en vías de desarrollo que los combustibles fósiles, porque la mayor parte de África no tiene combustibles fósiles y la mayor parte de Asia tampoco.

Gabriel Calzada se muestra de acuerdo con sus contertulios, al menos en parte:

El ahorro energético y la eficiencia energética son aspectos importantísimos si queremos realmente rebajar el nivel de CO2 sin suicidarnos económicamente. En lo que no estoy de acuerdo es en que se deba subvencionar a las renovables, si son buenas y eficaces deberían poder funcionar por sí mismas, pero que se les subvencione hasta un 575 % de su precio, como ocurre en algunos casos, es un robo a los ciudadanos, desengañar al público y despilfarrar recursos

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Concha Martínez introduce un elemento nuevo e interesante en la cuestión:

Independientemente de que estas políticas sean ahora imprescindibles por el cambio climático deberían ponerse en marcha también si él, ya que la dependencia europea de energía importada es muy importante y había que abordarla lo antes posible.

¿NUCLEAR SÍ, GRACIAS?
Una pregunta que cada vez se hacen cada vez más personas es porqué pese a anunciar lo catastrófico que va a ser el cambio climático muchos partidos e instituciones no se deciden a apoyar la energía nuclear, que puede que efectivamente tenga ciertos problemas pero que, ante una perspectiva tan dramática, es probable que debiera ser tenida en cuenta. Pues parece ser que no, al menos según Concha Martínez:

A pesar de que es limpia en cuanto a CO2 se refiere la nuclear tiene muchos riesgos y también está el complicado tema de los residuos, así que en estos temas no se considera. Hay otras tecnologías que están apareciendo y que se han de tener en cuenta como la captura y almacenamiento de CO2, que es algo por lo que España ha apostado.

Para Heikki Willstedt esta es una tecnología que despierta importantes riesgos, es un mensaje en la ¿Qué opciones nos quedan entonces? El propio Heikki nos explica su punto de vista:

Desde un punto de vista energético es posible reducir las emisiones por cambios de tecnología. En España, por ejemplo, el sector eléctrico lo hizo el año pasado a través de tres puntos: el cambio desde el carbón al gas natural, el hecho de que se puso usar más la energía hidráulica y el despegue de la eólica que ya supuso un 10 % del mercado. Nosotros no pedimos que se cambien las pautas de la sociedad sino que se haga un uso racional de ella y se entienda que la energía es un bien escaso.

Como ya hemos dicho no es sencillo que desde posiciones de partida lejanas se alcance una conclusión aceptable por todos, en este caso ha sido así, pero a pesar de ello estamos seguros de que aun sin conclusiones finales ha sido muy interesante y puede ayudar a quién lo escuche a formar su propia opinión. Por ello agradecemos a nuestros invitados su presencia en los Debates de Periodista Digital y el profundo conocimiento que han puesto a nuestro alcance.

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