El empresario Karl Jakobi, que en un coloquio en el Círculo de Directivos de Habla Alemana en Cataluña afirmó hace un mes ante el presidente del Parlamento regional, Roger Torrent, debería ir a la cárcel con todos los dirigentes del golpe de Estado de octubre, se siente ahora “avergonzado” después de que su justicia hubiera dejado en libertad al expresidente de la Generalitat, Carles Puigdemont.
Albricias. Pero en España se le presta menos atención a algo tan grave como esta excarcelación dictada por una juez regional.
La ministra alemana de Justicia, la socialdemócrata Katarina Barley, además de calificar como “absolutamente correcta” esa liberación, se ensañó este viernes con la justicia española retando perversamente a España, que “tendrá que explicar por qué lo acusa de malversación”.
Para remachar, aventuró con provocativa soberbia en declaraciones al importante diario Süddeutsche Zeitung que “no será fácil”. Le faltó un “Je, je”…
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