Mariano Rajoy recuerda al conservador Winston Churchill tras dirigir el Reino Unido durante cinco heroicos años hasta la derrota del nazismo en mayo de 1945, que caía derrotado dos meses después por el laborista Clement Attlee en las elecciones generales.
Cuando llegó al poder al iniciarse 2012 Rajoy estaba ante una España arruinada, acercándose a los cinco millones de parados, sin crédito y, como Churchill, ofreciendo “sangre, esfuerzo, lágrimas y sudor”, que pagaron millones de trabajadores.
Luego, el país fue mejorando y caía el desempleo, aunque con trabajo mal pagado, lo que agudizó creando incertidumbre la eclosión del independentismo catalán.
Con el artículo 155 Rajoy paró el golpe de Estado separatista y puso en evidencia la cobardía de sus líderes, y aunque no descabezó su espíritu localista místico…
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