En el centro de Madrid, expandiéndose desde el barrio de Chueca, queda un fuerte olor a orines de las masas que todavía callejean sin descanso; durará varios días, como todos los años, mientras que para los homosexuales poco exhibicionistas perdurará también el hedor de la hipocresía política.
Ambos vahos se deben a las fiestas de esta semana pasada del “World Pride”, la reunión internacional del Orgullo de las asociaciones LGTB (lesbianas, gais, transexuales y bisexuales) que eligió Madrid como su centro conmemorativo de 2017.
La alcaldesa Manuela Carmena se atribuyó el éxito de esta fiesta del arcoíris que publicita todas las preferencias del sexo libre….