El adagio latino “Canis Canem non est”, perro no come perro, fue una ley que inspiró secularmente a los periódicos, que siendo competidores respetaban sus respectivas parcelas e intereses económicos, aunque no a sus periodistas, que se expresaban sus odios mutuos.
Esta ley murió definitivamente en España cuando Zapatero quiso crear su propio grupo de medios con La Sexta y el diario Público, lo que provocó la ira del prosocialista PRISA, a la apaciguó parcialmente con otras prebendas.
Todo ello desembocó en el actual duopolio televisivo, pues por su mala gestión PRISA tuvo que deshacerse de sus joyas, la CNN-España y Cuatro, que vendió a Mediaset, de Berlusconi, mientras Antena 3, de la Editorial Planeta, absorbía la entonces ruinosa Sexta. Público quedaría aparte, en digital hecho por y para Podemos.
Ambos grupos se respetan y le hacen más oposición que favores a Rajoy, especialmente La Sexta…
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