Compromís, partido nacionalista cogobernante en la Comunidad Valenciana, exige junto con el sindicato CC.OO., una ley parecida a la catalana para que sus funcionarios impongan el valenciano sobre el español, igual que Donald Trump quiere sólo el inglés en todas las áreas del poder federal, incluyendo los antiguos Estados mexicanos.
En España a los primeros se les llama progresistas, y reaccionario al presidente estadounidense por el mismo motivo.
Vamos a vivir los cuatro años de Trump, si todo ocurre con normalidad, en los que los progresistas y reaccionarios se verán retratados como lo que son: su viceversa según los veamos.
Que se llamen progresistas la docena de tipos que apalearon a una chica en Murcia, o el Bódalo, en prisión por pegarle a todo lo que no le gustaba y a embarazadas, o a Alfon el de la mochila-bomba, todos héroes para Podemos, es un insulto al progreso…
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