El desfile de modelos con la última colección de Chanel por el Paseo del Prado de La Habana a principios de esta semana resaltaba “la riqueza cultural y la apertura cubana”, según su creador, el modista alemán, Karl Lagerfeld.
Podría haber añadido además que era el símbolo del desplome moral e ideológico del comunismo.
Debe volverse atrás, a cuando los barbudos blancos de Fidel Castro tomaban el poder en Cuba el 1 de enero de 1959 mientras huía el dictador mestizo Fulgencio Batista.
Los Castro y el Che Guevara iniciaban una revolución que igualaría la riqueza y las razas, primero con una democracia burguesa y después con el comunismo.
En 2016 los blancos dominan un país con la mitad de la población negra o mestiza, y los casinos y cabarets capitalistas son un gigantesco prostíbulo callejero en el que hasta el 70 por ciento de los jóvenes reconocen que se venden por productos capitalistas…
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