Ada Colau, cuya única profesión hasta ahora, una vez que fracasó como actriz, era la de “agitadora social”, vivía de subvenciones a sus plataformas antidesahucios pagadas con nuestros impuestos hasta ser elegida alcaldesa de Barcelona.
Acaba de presentarse en el Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de su ciudad para exigir su cierre y la libertad para todos los inmigrantes indocumentados retenidos allí.
En Madrid, sus camaradas de la izquierda chavista y anarquista que se identifica con Podemos, se manifestaban contra la condena a cuatro años de prisión para Alfonso Fernández Ortega, de 25 años, que en la huelga general del 14 de noviembre de 2012 fue detenido con una mochila con explosivos caseros.
Alfon, como se le conoce, tenía ya un probado historial delictivo que incluía al menos agresiones, robos y tráfico de estupefacientes, pero como es hijo de otra conocida “agitadora social”…
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