Muchos catalanes que acompañaron a Artur Mas en su cacareo independentista parecen haberse hartado del pasatiempo que rompe y divide su convivencia.
Los independentistas creían que la UE nunca expulsaría a un territorio rebelde, por ejemplo por declarar su independencia, pero están viendo que Grecia, mucho más importante que su región, podría salir del euro y de la propia Unión por la indisciplina gochista del gobierno de Syriza.
Peligro que debe alertar también a los hermanos de la Syriza española, Podemos, cuyo ultraizquierdismo chabacano hundiría el país en pocos meses.
Por eso Josep Antoni Duran i Lleida, líder de la Unió Democràtica de Catalunya (UDC), partido catalanista y democratacristiano, ha roto con 37 años de existencia de CiU, Convergencia i Unió, coalición casi siempre gobernante…
Siga leyendo aquí y vea a Salas
…