El problema ideológico mundial que provoca matanzas masivas en varios continentes, las ejecuciones más crueles y la huida de millones de seres es el islamismo de la yihad, la guerra santa de la crueldad.
Antes de la agresión general de esta terrible lacra, en 1992, la hija de un señor de la guerra somalí, Ayaan Hirsi Ali, de 21 años, sometida de niña a la ablación genital, vistiendo hiyab como musulmana devota, viajaba hacia Canadá para casarse con quien había elegido su padre.
En una escala huyó y pidió asilo en Holanda, donde empezó su desprogramación religiosa.
Llegó a diputada en ese país. Pero fue expulsada por miedo al islamismo después de que un fundamentalista asesinara a Theo Van Gogh, de la familia del pintor, con quien ella rodó como guionista…
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