La presidenta Susana Díaz se envuelve en la bandera regional, apela a la patria con ardor y gritos de vendedora de mercadillo, y le exige a Pedro Sánchez que no interfiera sus proyectos postelectorales: el PSOE andaluz quiere ser otro PSC.
Junto a este nuevo socialnacionalismo, el PP se vuelve también nacionalista: al delegado del Gobierno, Antonio Sanz, le disgusta que Ciudadanos compita en las elecciones autonómicas del próximo fin de semana y dice que Andalucía “no quiere ser gobernada” desde Cataluña “por un partido que se llama Ciutadans y su presidente, Albert”.
Sorprendente: el candidato popular, Juanma Moreno, nació en Barcelona, y un andaluz, José Montilla, presidió la Generalidad catalana entre 2006 y 2010.
Observamos con gran atención las maniobras del nacionalismo catalán…
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