Que en virtud del Concordato entre España y el Vaticano se valore el conocimiento de la religión católica en la escuela como cualquier asignatura, matemáticas o ciencias naturales, le ha facilitado lógicamente iguales derechos a otras creencias: estamos en democracia.
Por eso las religiones “con notorio arraigo”, protestante, musulmana y judía, también tienen profesores de su asignatura pagados por el Estado en las escuelas públicas.
La enseñanza islámica es singular porque para todas sus sectas, chiitas, sunitas y otras, el Corán es la palabra textual dictada por Alá, y no se presta a exegesis racional alguna.
Los otros credos renunciaron a la textualidad de sus libros sagrados, a veces violenta, aunque hay curas vascos, y curas y pastores anglicanos norirlandeses, que los usaron hasta ayer para predicar sus guerras…
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