Qué sabio fue el judaísmo al descubrir cuál es el primer pecado que comete el ser humano, que el cristianismo llama original: la codicia que corrompe a los virginales Adán y Eva.
Un pecado que inevitablemente repiten hasta los más puros, como han demostrado los fundadores de Podemos.
Rousseau creía que “El hombre es bueno por naturaleza” y para ello creó a Emilio, al que forjó desde bebé como un ser perfecto, pero los humanos como él se corrompen en cuanto la serpiente les ofrece ser como Dios, o El Padrino Chávez les hace una oferta que no pueden rechazar.
Si creemos que no nos vigilan caeremos en la tentación, como ocurrió con los tres creadores y dirigentes…
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