Crónicas Bárbaras

Manuel Molares do Val

Los brindis son sanos

Ahora que llega la Navidad cristiana acaba el Hunakká judío de este año. Son grandes festividades que no suelen acercar tanto las fechas como en 2014, pero que siempre comparten el amor al vino que tienen prohibido los creyentes de otra religión monoteísta muy extendida, la mahometana.

El antropólogo Marvin Harris explicaba por qué los judíos tienen prohibido comer cerdo: su cultura nace en zonas áridas, y los cerdos necesitan encharcarse constantemente; eran un pueblo nómada, y esos animales no viajan con facilidad; su leche es inservible para los niños, y son omnívoros, rivales de los humanos.

El islam nació en lugares parecidos y copió muchas leyes judías. Pero rechazó el amor al fruto fermentado de la vid: en tiempos islámicos menos puritanos, los grandes poetas persas, sirios y turcos cantaban al vino, y sus versos se recitaban en plazas, bazares y harenes. Ahora los asesinarían.

Si hubiera que fundar una nueva religión uno de sus primeros mandamientos debería ser amar el vino, como proclama el profesor Eric L. Mortensen…

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Autor

Manuel Molares do Val

Natural de Vigo/Pontedeume, Galicia, trabajó para la Agencia EFE como corresponsal permanente en México, Bélgica, la República Popular China --el primer peridista español destinado allí--, y EE.UU. Fue enviado especial en todo tipo de acontecimientos en los cinco continentes.

Manuel Molares do Val

Natural de Vigo/Pontedeume, Galicia, trabajó para la Agencia EFE como corresponsal permanente en México, Bélgica, la República Popular China --el primer peridista español destinado allí--, y EE.UU. Fue enviado especial en todo tipo de acontecimientos en los cinco continentes.

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