Pronto se supo que el hombre que penetró a toda velocidad con su coche hasta el interior de la sede central del PP en Madrid cargado de explosivos, aunque difícilmente activables, estaba en tratamiento por esquizofrenia y consumo de drogas, lo que, más que por la crisis económica, explicaría su situación de desempleo.
Tras el conato de atentado, y antes de que se conociera la situación mental del turolense Daniel Pérez Berlanga, de 37 años, hubo políticos y medios pseudoprogresistas, que atribuyeron su acto la “ira natural” de tantos trabajadores en paro por culpa del actual Gobierno, aunque la situación venga de antes.
Teresa Rodríguez, eurodiputada de Podemos, escribió en su cuenta de Twitter, “No hay que mirar las consecuencias sino las causas y los responsables de que la gente llegue a este nivel de desesperación. #AtaqueSedePP”. Su jefe Errejón fue aún mas duro en su acusación al PP…
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