La Comunidad de Madrid ha destituido al consejero de Sanidad, el catedrático de Patología de la Complutense Javier Rodríguez, por felicitar a Teresa Romero “porque no se haya muerto” de ébola, y porque si él hubiera hecho mal su trabajo “ella no estaría hablando”, es decir, viva.
Dirigentes del PP y sus medios informativos cercanos atacaban a este maestro a la antigua, destemplado y provocador, pero eficaz formando médicos, acusándolo de cruel por declaraciones similares basadas en la evidencia, como la medicina MBE: Teresa cambió varias veces la historia de su contagio.
Es tal el temor a ser políticamente incorrectos –la verdad debe disimularse–, que la misma derecha se ha vuelto hipócrita, cursi y blandengue, como las masas que lloran con “Sálvame” y se redimen con Podemos.
La mentalidad sentimental dominante nos exige, cuando unos criminales…
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