Cuarenta países se comprometen a atacar al Estado Islámico, formado por crecientes millares de asesinos en Irak y Siria, coalición a la que se ha unido tras muchas dudas España, que enviará a Irak a 300 militares para entrenar al ejército local.
Los occidentales, incluidos los españoles, deberían aprenden a explotar los miedos del enemigo yihadista al infierno estudiando el por qué algunos kurdos poco religiosos empiezan a descubrir como artefacto de guerra a las mujeres.
Para los yihadistas lo que ellas tocan es impuro y su contacto los envía al infierno. Más rápidamente aún si ellas “contaminan” con sus fluidos menstruales los lugares, armas y municiones que emplean.
Siguiendo esta línea recordemos que los occidentales tienen también otra arma nada cruenta: los productos del cerdo, usados con éxito en diversas guerras…
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