La tercera ceremonia de toma de posesión desde 2000 como presidente sirio de Bashar al-Asad en Damasco mostró que el brutal dictador respeta, al menos, distintas conductas y culturas del país, una de ellas la de las mujeres sin velos, revolucionaria respuesta al machismo islámico.
Mientras sigue la guerra civil iniciada a principios de 2011, consecuencia de las primaveras árabes, algunos sirios exiliados en España de la terrible dictadura de Al-Asad, o de la que comenzó su padre en 1971, reconocen que ahora ya no son unos opositores tan convencidos como antes al régimen.
Se lo dicen al cronista cuatro notables: creían que Al-Asad sería derrocado por el Ejército Libre de Siria (ELS) –que contaba con apoyo de EE.UU. y otros países…
Siga leyendo aquí y vea a Salas
…