Pedro Sánchez, el nuevo líder socialista, ha cometido en los últimos días dos graves errores que recuerdan los atolondramientos de Zapatero que terminamos pagando los españoles.
El último ha sido ordenarle a los catorce eurodiputados del PSOE, nada más ser elegido, que voten en contra de Jean-Claude Juncker como presidente de la Comisión Europea porque es de derechas.
El apoyo prometido por todos los socialistas europeos a Juncker, vencedor en las elecciones, con 221 de los 751 escaños de Estrasburgo, se debe a los equilibrios de poder en la UE desde su fundación como Mercado Común, hace 63 años.
Siguiendo esa tradición que mantiene Europa unida, los conservadores habían votado ya al socialista Martin Schultz…
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