Vuelven a llenarse las calles españolas de manifestaciones de trabajadores contra la reforma laboral, de funcionarios contra la reducción del gasto público y de partidos y grupos antisistema que protestan contra el capitalismo o contra la sentencia por prevaricación del ya exjuez Garzón.
Exhiben banderas republicanas y, en regiones con otro idioma aparte del castellano, las de la Comunidad casi siempre con la estrella símbolo del independentismo marxista-leninista.
Piden la solidaridad de la población española con enseñas de la tristemente acabada II República y del separatismo, y parecen no saber que así se convierten en profundamente antipáticos seguramente pare el ochenta por ciento de los españoles.
Porque la mayoría del país no sienten cercana una República gobernada por gente así…
Siga leyendo aquí y vea a Salas
………