Nadie notable propuso en Europa perseguir las ideas contrarias al islam después de que un noruego asesinara a 76 ciudadanos, mayoritariamente socialdemócratas, como loca protesta contra la ideología gubernamental que, según afirmó, protege a los militantes extremistas de esa religión.
Al contrario, un influyente centro de pensamiento cercano al presidente Barack Obama acaba de reclamar que los medios informativos censuren voluntariamente a los estudiosos del islamismo que denuncian esa creencia como violenta porque “provocan la islamofobia que movió al asesino noruego”.
Algo parecido a una fatwa que plantea soslayar la Primera Enmienda constitucional de EE.UU., que consagra la absoluta libertad de prensa.
Con fraternales relaciones con el PSOE, el CAP, Center for American Progress (thinkprogress.org), es un “think tank” fundado por John Podesta, exjefe de la oficina del presidente Bill Clinton, cuyos análisis dan cobertura ideológica al proyecto Obama.
Siga leyendo aquí y vea a Salas
………