Crónicas Bárbaras

Manuel Molares do Val

Barcos sin honra

España podría haber perdido su último vestigio de honor al tratar de venderle unos barcos de guerra a Hugo Chávez, el autócrata que llama ultraderechistas a los jueces que persiguen a ETA, protege a etarras y expropia a su capricho a los emigrantes españoles.

El sentido español de la honra lo describía una frase del almirante Casto Méndez Núñez, que el 1866 combatió en Callao, Perú, donde se sintió vencedor tras perder varios buques: “Vale más honra sin barcos que barcos sin honra”.

Dos siglos antes, Calderón hacía que Pedro Crespo, Alcalde de Zalamea, defendiera el honor de su hija acosada por un militar, advirtiéndole formalmente al temible Felipe II que: “Al Rey la hacienda y la vida se ha de dar; pero el honor es patrimonio del alma, y el alma sólo es de Dios”.

El honor movía a los españoles, pero ahora es deshonor si obstaculiza los negocios, por lo que Rodríguez Z. no actúa contra Chávez ni contra su embajador, que sugirió que en España se tortura a los terroristas.

Arturo Cubillas, jefe de los etarras en Venezuela, su último refugio y lugar de entrenamiento, es un alto funcionario del Gobierno de Chávez; pero, consolémonos: la deshonra de los españoles se compra vendiéndole unos barcos de guerra al Caudillo.

Se construirán en los astilleros de Puerto Real, Cádiz, quizás el lugar de España con mayor desempleo y desmoralización.

Chávez sigue expropiando fincas y empresas de españoles que enriquecieron Venezuela, pero en esta España vale más construir barcos sin honra, que generan riqueza, que mantener la honra no construyéndole barcos al déspota.

¡Es trabajo y dinero, estúpidos, trabajo y dinero!, se justifica el Gobierno. Este país tiene tanta necesidad que se humilla también ante los crecidos Marruecos y Gibraltar.

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Autor

Manuel Molares do Val

Natural de Vigo/Pontedeume, Galicia, trabajó para la Agencia EFE como corresponsal permanente en México, Bélgica, la República Popular China --el primer peridista español destinado allí--, y EE.UU. Fue enviado especial en todo tipo de acontecimientos en los cinco continentes.

Manuel Molares do Val

Natural de Vigo/Pontedeume, Galicia, trabajó para la Agencia EFE como corresponsal permanente en México, Bélgica, la República Popular China --el primer peridista español destinado allí--, y EE.UU. Fue enviado especial en todo tipo de acontecimientos en los cinco continentes.

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