Crónicas Bárbaras

Manuel Molares do Val

Nuestro PSOE fidelista

Tras la muerte en huelga de hambre de Orlando Zapata el pasado febrero, la decisión de Guillermo Fariñas de seguirlo, y después un goteo inacabable de otros presos políticos, el castrismo se asustó ante la reacción internacional y comenzó a deportar a decenas de ellos hacia España.

Encarcelados sólo por pedir libertad para su país, la situación de esos hombres habría pasado desapercibida en el exterior si no llega a ser por sus madres, mujeres e hijas, que se hicieron famosas protestando como “Damas de blanco”, por sus camisetas.

Fue el impulso de unas heroínas capaces de enfrentarse sólo verbalmente a un castrismo con tal demencia senil que manda unidades militares a impedirle a la madre de Zapata visitar su tumba.

Las Damas esperaban ser recibidas esta semana, durante su visita oficial a la Habana, por Leire Pajín, Secretaria de Organización del PSOE y Elena Valenciano, secretaria de Relaciones Internacionales y Cooperación, feministas, ardorosas defensoras de los derechos humanos y paladines de las libertades.

Pero es diferente hablar de valores, y practicarlos cuando es necesario: a esas dos mujeres, que con Zapatero y su Gobierno dicen defender la dignidad de la mujer, ni se les ocurrió saludar a las “Damas de blanco”. Ni una mirada hacia ellas.

Sin embargo, le prometieron a Raúl Castro que Zapatero y Moratinos pelearán para que la UE levante la condición principal que impuso para ayudar económicamente al régimen: que libere todos los presos políticos, pero en Cuba y no deportándolos, y que no persiga las libertades fundamentales.

El Gobierno español dirá en Bruselas que las deportaciones prueban la apertura del castro-comunismo, cuando sólo es el triunfo de unas mujeres heroicas y despreciadas por la corte femenina de Zapatero, que ocasionalmente recuerda las guardaespaldas de Gadafi.

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Autor

Manuel Molares do Val

Natural de Vigo/Pontedeume, Galicia, trabajó para la Agencia EFE como corresponsal permanente en México, Bélgica, la República Popular China --el primer peridista español destinado allí--, y EE.UU. Fue enviado especial en todo tipo de acontecimientos en los cinco continentes.

Manuel Molares do Val

Natural de Vigo/Pontedeume, Galicia, trabajó para la Agencia EFE como corresponsal permanente en México, Bélgica, la República Popular China --el primer peridista español destinado allí--, y EE.UU. Fue enviado especial en todo tipo de acontecimientos en los cinco continentes.

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