Crónicas Bárbaras

Manuel Molares do Val

Terrorismo cristiano

Mohamed VI ha expulsado de Marruecos en los últimos días a 70 misioneros cristianos, mayoritariemente europeos, fundadores de guarderías infantiles y denunciados como “terroristas religiosos” por hacer supuestamente proselitismo con los miles de niños abandonados que atendían.

La atribución de “terrorismo religioso” aparece en un documento firmado por Mohamed Yessef, Secretario General de los Ulemas, 7.000 expertos en legislación islámica que alaban al Rey marroquí por mantener la ley que prohíbe y condena el proselitismo no mahometano.

Contra las expulsiones protestaron ya importantes países occidentales, pero no Rodríguez Zapatero, principal responsable continental como presidente rotatorio de los 27 miembros de la UE.

Las deportaciones coinciden con los escándalos de pederastia de sacerdotes católicos en Europa y América, circunstancia que perece aprovechar la diplomacia marroquí para solapar su acción anticristiana.

Pero la acusación alauita no es de pederastia, quizás porque sólo uno de los deportados es católico; el resto son de ambos sexos y distintas confesiones cristianas, sobre todo protestantes.

Miles de niños están volviendo a la miseria privados de las atenciones de quienes los alimentaban y enseñaban a leer, y que todo lo malo que hacían, supuestamente, era actuar de acuerdo con sus creencias que, obviamente, no ordenan matar infieles como hace el islam en numerosos supuestos.

Cuando el ejercicio del proselitismo es uno de los derechos humanos fundamentales, estas expulsiones siguiendo una ley criatianofóbica, van claramente contra el interés del propio Marruecos, que ha solicitado integrarse en la UE.

Y son señal del desencuentro del islam con la libertad, aunque lo nieguen el buenismo de moda y el relativismo multiculturalista sin referentes culturales.

Por último, aparece la cobardía española al no protestar mientras ostenta la presidencia de la UE, lo que justifica parcialmente por qué Zapatero y su Alianza de Civilizaciones se toman poco en serio.

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Autor

Manuel Molares do Val

Natural de Vigo/Pontedeume, Galicia, trabajó para la Agencia EFE como corresponsal permanente en México, Bélgica, la República Popular China --el primer peridista español destinado allí--, y EE.UU. Fue enviado especial en todo tipo de acontecimientos en los cinco continentes.

Manuel Molares do Val

Natural de Vigo/Pontedeume, Galicia, trabajó para la Agencia EFE como corresponsal permanente en México, Bélgica, la República Popular China --el primer peridista español destinado allí--, y EE.UU. Fue enviado especial en todo tipo de acontecimientos en los cinco continentes.

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