Crónicas Bárbaras

Manuel Molares do Val

Sospechosos Terejos turcos

Cuando el primer ministro turco Recep Tayyip Erdogan se reunía este lunes con José Luís Rodríguez Zapatero, en su país detenían a cincuenta generales, almirantes y jefes militares acusados de planear un golpe de Estado contra su gobierno islámico.

Qué casualidad: la trama, de la que se hablaba en Turquía desde hacía varios años para desacreditar a los herederos laicos de Ataturk, se descubría en Madrid prácticamente en el aniversario del golpe de estado del teniente coronel Tejero, de 1981.

Ante Zapatero aparecía oportunamente un 23F turco. Un golpe paralelo al que, tras fracasar, sometió a los militares rebeldes españoles y facilitó la adhesión a lo que hoy es la Unión Europea.

En la que quiere ingresar Turquía, con su conflictivo Kurdistán, y con Zapatero como su casi único valedor.

Este golpe de Estado huele raro, rarísimo. Porque estos retruécanos tan casuales son muy orientales, muy de la ensortijada imaginación que producen los arabescos, aunque el turco actual ya no use esos grafismos.

En 2003 ganó las elecciones en un país profundamente religioso el partido islamista dizque moderado de Erdogan.

Ahora se aleja del laicismo instaurado por Ataturk en 1923. Ocho décadas han resultado cortas frente a seis siglos de imperio otomano y catorce siglos de islam.

Con la “takiyya”, hábil técnica del disimulo –mentir es aceptable si es para el bien de la fe–, Erdogan ha ido imponiendo suave e inexorablemente lo religioso a lo laico que representan los militares.

Y recuérdese que este supuesto moderado fue a prisión en 1988 por proclamar que “los minaretes son nuestras bayonetas y los creyentes nuestros soldados”.

Zapatero es hoy su gran aliado para la adhesión a la UE, pero calcar el 23F en Madrid para provocar simpatía retrata una Alianza de las Civilizaciones bastante zarrapastrosa.

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Autor

Manuel Molares do Val

Natural de Vigo/Pontedeume, Galicia, trabajó para la Agencia EFE como corresponsal permanente en México, Bélgica, la República Popular China --el primer peridista español destinado allí--, y EE.UU. Fue enviado especial en todo tipo de acontecimientos en los cinco continentes.

Manuel Molares do Val

Natural de Vigo/Pontedeume, Galicia, trabajó para la Agencia EFE como corresponsal permanente en México, Bélgica, la República Popular China --el primer peridista español destinado allí--, y EE.UU. Fue enviado especial en todo tipo de acontecimientos en los cinco continentes.

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