Crónicas Bárbaras

Manuel Molares do Val

Nuestro presidente Van Rompuy

El presidente efectivo de los 500 millones de habitantes de la UE, de ellos los 45 ó 47 millones en España, no es Zapatero, por mucho que lo repitan sus afines, sino Hernan van Rompuy, que ideológicamente está cerca de Mariano Rajoy aunque posee más ironía que sorna el gallego, es más culto, y además ha escrito notables libros de ensayo político.

Un personaje que, siendo flamenco en una Bélgica con dos comunidades mutuamente hostiles, la suya y la francófona, ha sabido negociar una convivencia que mantiene el Estado, cuando todo auguraba su ruptura.

Quizás porque le ha visto las orejas al lobo: el crecimiento de una comunidad islámica en la que los fanáticos van apoderándose de amplias áreas habitadas, donde imponen su radicalismo, oprimiendo a los musulmanes liberales y a los vecinos no musulmanes.

Quizás por eso Van Rompuy, un católico declarado, y al contrario que Zapatero, rechaza radicalmente la adhesión de Turquía a la UE, porque “nunca fue ni será Europa”.

Es uno de los miembros más reconocidos de los partidos cristianodemócratas, rivales de siempre en Centroeuropa de los socialdemócratas.

Ambos decían defender a los trabajadores, los primeros sobre la base ideológica de la encíclica Rerum Novarum, dictada por León XIII en 1891, y los segundos, inicialmente como marxistas no leninistas.

Es un activista de los Derechos Humanos en el espíritu de la Declaración de San Francisco de 1948, cuya aplicación poco tiene que ver ahora con la de la nueva Comisión de la ONU, dominada por dictaduras.

Es por ello que Zapatero debe cambiar muchos aspectos de su política exterior, tan acomodaticia con los totalitarismos modelo fidelista o islamista.

El “premier” español, pues, será segundón, un mandamenos durante sus seis meses de presidencia simbólica, aunque les disguste a él, por haberse subido al candelabro como decía una Miss España, y a sus corifeos, que esperaban que su carisma, sabiduría y grandeza iluminaran el mundo.

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Autor

Manuel Molares do Val

Natural de Vigo/Pontedeume, Galicia, trabajó para la Agencia EFE como corresponsal permanente en México, Bélgica, la República Popular China --el primer peridista español destinado allí--, y EE.UU. Fue enviado especial en todo tipo de acontecimientos en los cinco continentes.

Manuel Molares do Val

Natural de Vigo/Pontedeume, Galicia, trabajó para la Agencia EFE como corresponsal permanente en México, Bélgica, la República Popular China --el primer peridista español destinado allí--, y EE.UU. Fue enviado especial en todo tipo de acontecimientos en los cinco continentes.

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