1.- Aunque diputada por Madrid, deberá ser usted más española que madrileña. Inspírese en La Chata, Isabel de Borbón y Borbón, que cuando fue expulsada la Monarquía en 1931 los republicanos le pidieron que se quedara en Madrid. Y aunque decidió ir al exilio, permaneció su leyenda entre quienes únicamente la votaron a usted: los madrileños.

2.- No se fíe nunca de los medios informativos ni de la mayoría de los periodistas de Madrid. Destrozan al débil, y usted lo es, aunque sea una de esas supermujeres vascas que afrontan el terrorismo con más arrojo que cualquier hombre. Van a buscar sus errores y debilidades para convertirla en poca cosa, de manera que en 2012 su fuerza esté desacreditada y extinguida.

3.- Los medios informativos podrán hacerle daño o convertirla de usted y a UPyD en una formación importante para las próximas elecciones, si sigue siendo fresca y visiblemente espontánea. Pero estúdiese bien los temas. Van a ponerle trampas, calcule que dos por día, casi 3.000 durante toda la legislatura. Necesita estar muy preparada, conocer bien todos los problemas de los españoles. A usted le van a exigir mucho más, y quienes alaban a los poderosos, especialmente a su excompañero Z, tratarán de humillarla para prosperar a su costa.

4.- Rodéese de gente respetada de todos los grupos sociales y de ambos sexos: obreros, empleados, funcionarios, profesionales, empresarios, universitarios. Y, algo fundamental, de ningún periodista: cualquiera de ellos la abandonará para escribir un libro que la destripará si usted no sigue sus indicaciones, porque quieren mandar. Una situación que difícilmente podría resistir alguien que empieza en el Parlamento.

5.- Refuerce su escolta. Haga vida sin tacha. ETA quiere matarla y otra gente, además de verla muerta, la quiere infamada.

6.- Todo lo anterior está escrito imperativamente. Lo que le demuestra la necesidad de algunos, entre los que se incluye el cronista, de dirigir la vida de los demás.