(PD).-Nuevo ninguneo a una España que no pinta nada en el concierto internacional. Nicolas Sarkozy, «el amigo» de Zapatero, ha afirmado que en la cumbre internacional para la reforma del sistema financiero deberían participar los miembros del G8 y los del G5, que agrupa a las principales economías emergentes (México, Brasil, China, India, y Sudáfrica). De este modo, España quedaría fuera, al menos por ahora.
El primer ministro británico, Gordon Brown, que se ha convertido en inesperado líder mundial contra la crisis, prometió el pasado día 16 que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, sí estaría en esa reunión.
En una comparecencia ante el Parlamento Europeo, Sarkozy se mostró partidario de celebrar antes de la cumbre una reunión preparatoria con los socios de la UE, pero incidió en que «lo más simple» sería articular la cumbre en torno al G8, que reúne a las siete economías más industrializadas -EEUU, Japón, Alemania, Francia, Reino Unido, Italia, Canadá- y a Rusia.
El presidente francés reiteró que, tras las medidas de urgencia para hacer frente a la crisis, ha llegado el momento de perfilar «las verdaderas respuestas» para garantizar que no vuelvan a producirse turbulencias como las actuales.
El presidente francés, Nicolas Sarkozy, ha apelado a la creación de un «gobierno económico claramente identificado» en la zona euro, que trabajaría en coordinación con el BCE, y que se formularía mediante reuniones regulares de los ejecutivos de la eurozona.
