El presidente polaco anuncia que no firmará el Tratado de Lisboa

(PD).- El presidente polaco, Lech Kaczynski, no firmará el Tratado de Lisboa porque no «tiene sentido» después del no irlandés, según asegura en una entrevista que publica este martes el diario Dziennik.

El Parlamento polaco ratificó en abril el acuerdo europeo con los votos del partido del primer ministro, el liberal Donald Tusk, y de la formación de los gemelos Kaczynski, Ley y Justicia (PiS), y la sola oposición de una minoría de diputados de ultraderecha. Pero es el presidente del país quien debe firmar en última instancia los tratados internacionales, según la Constitución polaca, sin que ninguna disposición le obligue a hacerlo.

El rechazo de Kaczynski supone un duro golpe a los esfuerzos del mandatario francés, Nicolas Sarkozy, que justamente hoy comienza su turno en la presidencia de la UE con el objetivo de resolver el problema del rechazo de Irlanda al Tratado de Lisboa en el referéndum de ratificación del pasado 12 de junio.

«Nuestra prioridad es circunscribir el problema a los irlandeses» y lograr que los demás países «continúen con su ratificación», declaró ayer Sarkozy en una entrevista televisada.

Al respecto, el presidente polaco lanza un aviso a los dirigentes de la UE para que se pongan en guardia contra la tentación de aislar a Irlanda. «Si rompemos la regla de la unanimidad una vez, no volverá a existir jamás. Somos demasiado débiles para aceptar ese tipo de solución», asegura.

Incertidumbre

Lech Kaczynski insiste en que el rechazo al Tratado de Lisboa no significa el fin de la UE. «Es difícil saber cómo acabará esto. Pero no me parece seria la afirmación de que no hay Unión si no hay tratado», afirma el presidente polaco en la entrevista, que recuerda que ese razonamiento fue también utilizado por los partidarios de la Constitución Europea tras el rechazo de los electores franceses y holandeses en 2005.

«La Unión ha funcionado, funciona y continuará funcionando», insiste Kaczynski. «Por supuesto, no es ideal, pero una estructura tan compleja no puede ser ideal», concluye.

Paradójicamente, Kaczynski rechaza ratificar un texto que él mismo negoció duramente junto con su hermano gemelo, el entonces primer ministro Jaroslaw Kaczynski, que ahora lidera la oposición.

La explicación está en que, después de su severa derrota en las elecciones parlamentarias del pasado noviembre, los Kaczynski han retomado antiguas posiciones euroescépticas que parecían haber abandonado en el momento de la firma del Tratado de Lisboa.

A la amenaza polaca se añade el problema checo, donde la ratificación se siente lejana por el euroescepticismo de una buena parte de la derecha liberal en el poder, empezando por el presidente del país, Vaclav Klaus.

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