El Congreso español aprueba el Tratado de Lisboa

(PD).- El Pleno del Congreso ha aprobado este jueves por una amplia mayoría -322 votos a favor, seis en contra y dos abstenciones-la ratificación del Tratado de Lisboa de la Unión Europea, que aún deberá recibir el refrendo definitivo del Senado.

PSOE, PP, CiU, PNV, CC y UPyD han dado su voto favorable al proyecto de ley orgánica por la que se autoriza la ratificación, mientras que ERC, IU y BNG lo han hecho en contra e ICV y Nafarroa Bai se han abstenido.

El ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, ha anunciado la voluntad del Gobierno de que el Senado ratifique el tratado de forma definitiva lo antes posible, sin esperar al plazo previsto de octubre.

19 síes

Hasta la fecha, han sido 19 países los que han dado su visto bueno por la vía parlamentaria -faltan República Checa, Países Bajos, Italia, Bélgica, Suecia y Chipre, además de España-, mientras que Irlanda es el único que lo ha rechazado por ahora tras del triunfo del «no» en el referéndum del pasado día 12.

Al discutirse por el método de lectura única -se salta el debate en comisión-, el Tratado de Lisboa sale del Congreso tras un solo debate de dos horas, que fue seguido en buena parte por el jefe del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y un hemiciclo medio vacío.

Moratinos ha sido el primero en subir a la tribuna para subrayar el «compromiso firme» de España con la construcción europea y con una UE «de valores, ciudadana, con ambiciones políticas y eficaz».

Según el ministro, los españoles quieren una Europa que sea «algo más que un espacio económico» y que esté dotada de instrumentos para hacer frente a las inquietudes ciudadanas y a los retos del siglo XXI, como la inmigración, el cambio climático o la energía.

Ha repasado los principales aspectos del nuevo marco, aunque el que más ha ensalzado ha sido la Carta de Derechos Fundamentales, que queda fuera del texto de Lisboa pese a mantener el valor jurídico.

Tras admitir que el «no» irlandés ha podido abrir «algunos interrogantes», Moratinos ha concluido pidiendo el apoyo de los grupos: «Lo necesita España y lo necesita la Europa del siglo XXI».

La posición de los grupos

Por el PP, su diputada Soledad Becerril ha defendido con vigor el convenio comunitario, si bien ha reclamado una mayor preocupación de los líderes políticos por los problemas cotidianos.

«La Europa de hoy es mejor que la de hace veinte años», ha dicho Becerril, quien ha responsabilizado de ello a políticos como el actual responsable de la diplomacia de la UE, el socialista Javier Solana, y la fallecida dirigente del PP Loyola de Palacio.

La portavoz del PSOE, Elena Valenciano, también ha apostado por un apoyo «con mayúsculas» al tratado, que lo ha considerado como «el mejor posible» para el actual momento que vive Europa.

El portavoz de CiU, Jordi Xuclá, se ha unido al apoyo sólido al texto de Lisboa, si bien se ha quejado de que España vaya a ser uno de los últimos países en ratificarlo, y ha pedido que su entrada en vigor no se demore más allá de marzo de 2009.

Para el PNV, el nuevo tratado aporta «más democracia, eficacia y transparencia» y supone un «avance», según su portavoz, Josu Erkoreka, quien ha echado en falta un mayor reflejo de la pluralidad de Estados como el español.

La diputada de UPD, Rosa Díez, ha considerado que este tratado es «mejor que nada» y se ha unido a las quejas al Gobierno por su poco interés en fomentar su debate.

Un apoyo «más decidido» ha dado la portavoz de CC, Ana Oramas, si bien ha lamentado que España aún no reconozca en su ordenamiento la especificidad insular que Europa otorga a Canarias.

Los grupos críticos han centrado sus argumentos en que el tratado no responde a los intereses de la ciudadanía y defiende posiciones conservadoras en materias como la economía o la inmigración.

Para el diputado de IU, Gaspar Llamazares, el pueblo tendría que haber juzgado en un referéndum si quieren una «Europa amurallada» y que «vende su alma al mercado» o una UE más democrática y social.

El BNG ha convenido en la necesidad de apostar por una Europa «más social, democrática y que respete la identidad nacional», según su portavoz, Francisco Jorquera, mientras Joan Herrera, de ICV, ha alertado de la situación de «vía muerta» en la que queda la UE.

Un amplio número de embajadores de países de la UE han asistido al debate en la tribuna de invitados y posteriormente, se han fotografiado con el presidente del Congreso, José Bono, en la escalinata de los leones.

El revés de Irlanda

A mediados de junio, Irlanda rechazó el Tratado de Lisboa, trascendental para el futuro de la Unión Europea (UE), al votar «no» en referéndum el 53,4% de los electores que acudieron a las urnas, frente al 46,6% que se pronunciaron por el «sí».

Esta decisión dejó a Europa sumida en un mar de dudas. El no de Irlanda podría haber acabado con el Tratado antes de su aplicación, ya que es imprescindible la ratificación por los 27 Estados miembros para que entre en vigor el texto que debe agilizar el proceso de decisión en las instituciones de la Unión Europea.

Pero los líderes europeos decidieron continuar hacia delante y que Irlanda busque las soluciones adecuadas a la crisis. Los últimos países en dar el sí al texto han sido Grecia, Finlandia, Estonia y el Parlamento británico. Además, el Ejecutivo sueco ya ha confirmado que la ratificación del Tratado de Lisboa tendrá lugar en noviembre.

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