Me apena profundamente que en el siglo en el que nos encontramos, que más que un nuevo siglo es una nueva era, la Era Digital, hayan personajes que, más allá de buscar soluciones y adaptarse al medio, permanezcan impasibles en sus butacas, butacones y sillones, a una nueva subvención de una empresa pública para poder trabajar un poquito más.
Reconozco que el discurso del Presidente de la Academia del Cine Española me dolió profundamente. Me dolió, como comenta Enrique Dans en un buen artículo en su blog, no ver ni una cara sin arrugas, ni una sonrisa menor de 60 años hablando del cine español. Me dolió profundamente que se felicite y se enaltezca a los Videoclubs, no por el hecho de serlo, sino porque es una forma arcaica de visionado de películas, totalmente retro, que tenderá a desaparecer, y sólo quedarán como tiendas para coleccionistas.
Pero lo que más me dolió de aquel discurso del sábado por la noche, el cual confieso que lo he visto en diferido, fue que se hable de forma descarada y sin citar fuentes sobre el número de descargas por minuto. Cualquiera que haya aporreado alguna vez las teclas del PC y se haya conectado a internet, sabe que esto cuesta asumirlo como cierto: 1900 películas descargadas por minuto en España. Esto supone un total de 1 billón (americano) 1000 millones de descargas de películas ilegales en 2015. Me gustaría que se citara la fuente, para poder contrastar, porque dejo una reflexion, y no es que quiera yo dudar del dato del Presidente, pero: Si en España hay 45 millones de españoles tocamos a 22 descargas anuales por persona, son unas dos descargas al mes por persona. Pero los bebés y ancianos, normalmente no suelen acceder a contenidos digitales, por lo que si contabilizamos edades entre 15 y 70 años, deberíamos dividir ese billoncejo entre 31 millones doscientas treinta mil personas (según el censo del INE en el año 2015) lo que hace un total de 33 películas al año, 3 películas descargadas al mes por persona, que es muy parecido al dato que resulta al dividir por el número de personas conectadas en 2015 que suman un total de 29 millones. Insisto, simplemente me duele que no se cite a la fuente, no que desconfíe de los datos. Mi capacidad sociológica es muy corta: mi familia.
No obstante quiero entrar al detalle sobre todo esto, porque en lugar de buscar soluciones, acertadas o no, la gente del cine en España (y es una crítica desde el profundo respeto y admiración sobre la profesión que ejercen muchos de mis amigos), permanece impasible en su sillón, viendo cómo va pasando una era y cómo va llegando otra, sin mover un solo dedo. El cine Español ha funcionado muy bien, y sigue funcionando. No entremos en las subvenciones y las ayudas y todo esto, porque es la única forma de competir con Hollywood. Pero Si algo funciona “Cámbialo”. El cine español está en esa tesitura filosófica rusa de “si algo funciona no lo toques” ¿Por qué? ¿Quién lo dice? Todas las profesiones nos hemos tenido que adaptar. Muchos de nosotros llegado el momento tuvimos que lanzarnos al emprendimiento para poder “pagar facturas”, porque no había sitio para gente de nuestro perfil en el mercado hace 4 años. Ahora es todo muy distinto. En mis conferencias siempre hago una pregunta: ¿Cuántos de vosotros habéis comprado el periódico hoy? Lo normal es que no levante nadie la mano a lo que insisto, ¿y ayer? De igual forma nadie levanta la mano. Vuelvo a incidir, ¿esta semana? Hay alguna mano levantada, menos de un 1%. Sigo preguntando por el resto del mes y el año, y la sorpresa es obvia entre los asistentes, llegando a esgrimir sonrisas e incluso alguna carcajada. Hace 6 o 7 años Los periódicos funcionaban muy bien en formato papel y eran muy rentables. Pero por aquel entonces ya se comenzaron a realizar preguntas y comenzando a cambiar cosas. El tiempo les ha dado la razón y aunque no fueron del todo acertadas aquellas preguntas ni las respuestas que se dieron, se tomaron decisiones.
El Cine en España, sin embargo no ha realizado esa labor. Llegará el momento que el cine se traslade a nuestros hogares, y se deberán adaptar los formatos, los contenidos y la forma de ganar dinero. El cine lo tiene todo actualmente para ser un bombazo a nivel online, ya que la capacidad de convocatoria social de la gente que lo compone es gigantesca. Si se dejaran aconsejar y apoyar por los profesionales digitales, todo sería muy diferente, y podrían convertir debilidad en oportunidad.
El problema es que si quien tiene que tomar las decisiones no conoce el medio y tampoco se deja asesorar, pues el resultado puede ser catastrófico. Por ejemplo. Una iniciativa de la junta directiva de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España ha sido crear una Fundación, que todavía no tiene ni página web, aunque por lo menos han registrado el dominio (el 8 de enero de 2016). Los formatos digitales no es una elección, es una necesidad, y cuanto más tiempo tarden en adaptarse a la nueva Era más sufrirá el cine en España.
Espero que en la próxima gala de los Premios del Cine Español haya, aunque sea, una mención al tremendo trabajo de promoción que se ahorran los actores celebritys a través de sus canales sociales, o lo sencillo que es ahora llegar al usuario final y que sepa que existes. El mundo ha cambiado. El cine permanece en el siglo pasado, en una era anterior.
