Los que aman trabajan con Dios, como Jesús, “haciendo el bien y curando a los agobiados por el mal” (He 10, 38). Pidamos colaborar con el trabajo divino diciendo: “Queremos hacer el bien siempre”.
Por la Iglesia:
- que esté atenta a la vida, sobre todo de los más débiles;
- que trabajemos por el bienestar, la salud, la paz...
Roguemos al Señor: “Queremos hacer el bien siempre”.
Por los que presiden las comunidades cristianas:
- que puedan ser elegidos por la comunidad sin discriminación de raza, sexo, nación...;
- que no sean vitalicios, sino mientras sirvan adecuadamente.
Roguemos al Señor: “Queremos hacer el bien siempre”.
Por los refugiados, sin techo, en paro, enfermos...:
- que sean el centro de nuestra atención y cuidado;
- que no pierdan el “Espíritu de valentía, amor y dominio de sí” (2Tim 1, 7).
Roguemos al Señor: “Queremos hacer el bien siempre”.
Por las vacaciones veraniegas:
- que las puedan disfrutar todos los ciudadanos;
- que sean días de descanso y fortalecimiento del Espíritu.
Roguemos al Señor: “Queremos hacer el bien siempre”.
Por nuestro pueblo, ciudad...:
- que sea bien administrada, haya participación e interés por el bien común;
- que cuidemos nuestras calles, jardines, naturaleza...
Roguemos al Señor: “Queremos hacer el bien siempre”.
Por esta celebración:
- que nos dé a sentir el amor que Jesús nos tiene a todos;
- que limpie nuestro corazón de odios, venganza, avaricia, de soberbia...
Roguemos al Señor: “Queremos hacer el bien siempre”.
Así es, Señor. Queremos seguir tu camino de vida para todos, cuidar la vida, curar las enfermedades, hacer comunidades sanas, de buenas intenciones, perdonar y acoger a todos. Como hacías Tú, Jesús, que vives por los siglos de los siglos.
Amén.
Rufo González
Sábado, 16 de febrero