Escuchemos, hermanos, al Espíritu de Jesús, que llevamos en nuestra alma. Hagamos nuestra su oración: la oración de Jesús. Oración que nace de los gemidos, de los apuros de los enfermos, de los marginados, de los parados, de los perseguidos... Pidamos de corazón, diciendo: “Hágase tu reino de vida para todos, Señor”.
Por las iglesias de Jesús:
- que estén atentas a la historia de cada día, sobre todo de los pobres;
- que atiendan a los heridos del camino, sin prejuicios ni privilegios.
Roguemos al Señor: “Hágase tu reino de vida para todos, Señor”.
Por los gobernantes de los pueblos:
- que promuevan el desarrollo en todos los aspectos;
- que sean honrados, sirvan al bienestar y armonía con todos.
Roguemos al Señor: “Hágase tu reino de vida para todos, Señor ”.
Por la economía, el trabajo, la administración pública:
- que esté al servicio de las personas, de sus necesidades...;
- que ayude a la solidaridad, al crecimiento común, al bienestar integral.
Roguemos al Señor: “Hágase tu reino de vida para todos, Señor”.
Por el anuncio y propagación del Evangelio:
- que la vida de los cristianos sea el mejor anuncio, el mejor amor;
- que respondamos a los gemidos de los más débiles con el Espíritu de Jesús.
Roguemos al Señor: “Hágase tu reino de vida para todos, Señor”.
Por nuestras fiestas y encuentro con los vecinos:
- que sean sinceras, abran puertas y palabras, sean alegría común;
- que nos ayuden a crecer humanamente en la amistad.
Roguemos al Señor: “Hágase tu reino de vida para todos, Señor”.
Por esta celebración:
- que oigamos la voz de tu Espíritu que nos consuela y fortalece;
- que sintamos la fraternidad, la urgencia de trabajar por la paz y la vida.
Roguemos al Señor: “Hágase tu reino de vida para todos, Señor”.
Gracias, Señor, por darnos a sentir los gemidos del Espíritu Santo que nos habita. Haznos dóciles a sus impulsos. Que busquemos siempre el bien y curemos de todo mal, como hacía tú, Jesús, que vives por los siglos de los siglos.
Amén.
Rufo González
Martes, 19 de febrero