Fisgando desde la luna, por J.C.Deus

luna5Alfredo Sanzol confirma ser el autor más interesante del teatro español actual. Inventó una fórmula a base de fragmentos cortos que se suceden sin interrupción ni aparente hilazón, un caleidoscopio de historias breves que finalmente se complementan. ‘En la luna’ es su cuarta entrega en tres años, tras las memorables ‘Sí, pero no lo soy’, ‘Días estupendos’ y ‘Delicadas’. Podrá discutirse si mejora o empeora, si tiene más enjundia ahora o ha perdido algo de frescura, pero no podrá negarse que es una de las pocas luminarias actuales de nuestro teatro. Y lo es porque además es un director de actores extraordinario, que consigue siempre de sus repartos intervenciones sobresalientes que multiplican el impacto de su textos, equipos corales que tienen la mitad del mérito en el resultado final.

Estar en la luna va a ser una metáfora de tener una visión diferente a la que hoy se ha impuesto oficial y hasta dictatorialmente en la superestructura cultural española. Estar en la luna no es estar en la inopia, y el mosaico de Sanzol se inicia con la muerte de Franco y el cambio de chaqueta colectivo, y termina con la festejada apertura de fosas de víctimas del bando nacional durante la guerra civil, en el marco de la campaña de recuperación de la memoria histórica que tuvo distraída a la gente los últimos ocho años mientras algunos hundían el país y dilapidaban más de medio siglo de trabajo.

luna4Un hombre quiere vender el cochecito de su infancia a un grupo de bocazas graciosos de los que llenan los restaurantes. Unos amiguitos meriendan y una niña se luce bailando claqué. Un padre da consejos a su hijo imponiéndole como hacen casi todos sus ideas absurdas. A una adolescente le cantan el cumpleaños feliz en euskera. Unos policías son atracadores a jornada partida. Intercambio de parejas entre papás y mamás. De cuando a mi madre la tenían que prestar un abrigo para ir de visita. El jarabe que cura el cáncer, piruletas y abrigos ‘loden’. El cuento de los cabritillos que esta vez terminan entregando al lobo a su hermano pequeño.

Decenas de personajes y seis actores ventilándoselos con dominio absoluto uno tras otro; sin cambiar de ropa, con el bigote y la permanente puestos; niños, adolescentes y adultos al mismo tiempo. ¿Por qué resuiltan creíbles en todos ellos sin ni siquiera cambiar de tono? Solamente una escenografía fija y absurda, una luna desde la que se ven dos planetas tierra, que se prolonga en un gotelet tapizado en las primeras filas de la platea. Un no lugar en el que todas las fantasías son posibles.

luna3Pero Sanzol no es de fantasías; es un gran observador, uno se le figura con la libreta siempre presta para apuntar lo que oye, lo que ve aquí y allá, con la libreta en la mesilla para apuntar los sueños. Ya no es un principiante y tiene que guardar la ropa, así que en el primer diálogo se les llama a Franco y su familia ladrones veinte veces (y no lo fueron), y en el último se desprecia el discurso de reconciliación que ya había triunfado en los años sesenta y se vuelve a la pala y el odio. Pero el conjunto se impone, y el fresco social de la generación que nació en torno al cambio de régimen de 1975, de algunas cosas que les impactaron como la llegada a la luna o la guardia civil en el congreso, y de lo antiguos que les parecían sus padres, la mayoría preocupados porque no se les notara que habían sido franquistas, ahora eran rojos de toda la vida.

Iluminación y música son sutiles invitados. Es sencillamente estupenda la caracterización de los personajes. Si las tres actrices están bien, los tres actores están mejor. O al revés. Juan Codina está impresionante de mohíno franquista (ecos de La escopeta nacional) y de rencoroso antifranquista, Jesús Noguero hace de lobo feroz y de lo que le echen, y la calvicie de Luis Moreno puede con todo. Palmira Ferrer consigue ese gesto que llena las fotos de la época y vale mil palabras, Nuria Mencía es la señora del tercero resucitada, y Lucía Quintana una adolescente de armas tomar. Los seis confirman la regla de las obras que dirige este director: excelente resultado. En el texto sobra únicamente la sobrecarga de pollas y coños en bocas tan inocentes.

luna2‘En la luna’ es un encargo expreso de La Abadía con el que autoridades de referencia como José Luis Gómez y el Lliure se suman a la fiesta. ‘Haber tenido un hijo hace poco ha sido el detonante que ha hecho ineludible tener que ponerme manos a la obra. La necesidad de empatía con el niño exige entender, comprender, conocer al niño que fuimos, y al niño que somos, y me da la sensación de que esos recuerdos guardan los marcadores genéticos del pasado. Desde luego el resultado no es autobiográfico. Todo lo que aquí se cuenta es inventado. Ni los hechos ni los personajes existieron nunca’. Ya, eso decimos todos.

luna1‘Son los surcos de nuestro disco duro. Con estas sensaciones me he ido a la Luna. Casi podría decir que me he exiliado en la Luna, o que me he fugado de la Tierra. Necesitaba salir de aquí para construir esta historia’. Entendemos muy bien a Alfredo Sanzol, cuanto menos compadreo e intereses creados, mucho mejor (aunque se necesita mucha mano izquierda contra la envidia). En 2008 escribió y dirigió Sí, pero no lo soy (cuatro nominaciones Premios Max 2009), producción del CDN. En 2009 erró con La cabeza del bautista, de Valle-Inclán, dentro del tríptico Avaricia, lujuria y muerte, producido por el CDN. En 2010 llegaron ‘Delicadas’, producción de T de Teatre, estrenada en el Festival Grec, y ‘Días estupendos’, producción del CDN y Lazona. Trayectoria seria, firme y digna de reconocimiento.

VALORACIÓN DEL ESPECTÁCULO (del 1 al 10)
Interés: 8
Texto: 8
Dirección: 9
Interpretación: 9
Escenografía: 7
Realización: 7
Producción: 7

TEATRO DE LA ABADÍA
EN LA LUNA
Texto y dirección, Alfredo Sanzol

REPARTO
Juan Codina
Luis Moreno
Palmira Ferrer
Jesús Noguero
Nuria Mencía
Lucía Quintana

Escenografía y vestuario: Alejandro Andújar
Iluminación: Pedro Yagüe
Música: Fernando Velázquez
Peluquería y maquillaje Chema Noci
Ayudante de dirección Pietro Olivera
Ayudante de escenografía y vestuario Adriana Parra
Asistente de dirección Andrea Delicado

Una producción de Teatro de La Abadía en coproducción con Teatro Lliure. Colabora Lazona.

Del 23 de noviembre al 8 de enero de 2012
Martes a sábado 20:30 h.
Domingo 19 h.
C/ Fernández de los Ríos, 42
28015 Madrid
Tel.: 91 448 11 81
Duración aproximada. 1 hora y 50 minutos
www.teatroabadia.com

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Autor

José Catalán Deus

Editor de Guía Cultural de Periodista Digital, donde publica habitualmente sus críticas de arte, ópera, danza y teatro.

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