La Fundación Mapfre comienza la temporada pisando fuerte. Ofrece una exposición retrospectiva y monográfica sobre Yves Saint Laurent: la moda en el museo. ¿Por qué no? Fue presentada el año pasado en París, y se despliega en once espacios con una selección de cerca de 150 modelos de alta costura y prèt-a–porter, más de 80 patrones desde los primeros a los últimos, y fotografías y documentales que ilustran su vida. Un repaso completo a 40 años de creación, de fama y reconocimiento internacional, cara de una moneda cuya cruz fue bastante dolor y sufrimiento.
Saint Laurent (1936-2008) representa el momento álgido de la influencia francesa en el mundo contemporáneo, una presencia basada fundamentalmente en la moda, terreno que dominó durante unas décadas, y completada con diseño, estilo de vida y todas estas artes del día a día que forman el retrato del ‘bon vivant’. Fue símbolo del buen gusto francés e impuso su estilo en la transición desde la alta costura a la moda global de las masas. Su ‘pret-a-porter’ fue el pasar de los modelos exclusivos para la élite a la fabricación en serie para la nueva mujer profesional e independiente de la clase media emergente. Captó la tendencia social en el vestir de los rupturistas años sesenta, respondió a las necesidades de mujeres que conducían su propio coche, asistían a reuniones, tenían despacho y se relacionaban con los hombres en pie de igualdad, sin prescindir de sus armas de mujer y a ser posible incrementándolas. Y además de su trabajo artístico supo ser proa creativa de un formidable negocio internacional que aún hoy se mantiene.
La historia que cuenta esta exposición es la oficial, la que defiende y propaga la Fundación Pierre Bergé-Yves Saint Laurent, la cual fue creada y es dirigida por el primero para mayor gloria del segundo y de la empresa que ambos montaron y mantuvieron durante cuarenta años, hasta octubre de 2002. Pierre e Yves formaron pareja sentimental desde 1960 a 1976, pero fueron amigos y socios toda su vida. Saint-Laurent falleció en París el 1 de junio de 2008, a la edad de 71 años, tras una larga enfermedad de cáncer cerebral. Pocos días antes, formalizó su prolongada relación con Pierre Bergé mediante una unión civil, seguramente para solucionar cuestiones de herencia. Habían mantenido su relación amistosa hasta el final, si bien viviendo separados desde 1992. Esta larga relación ha sido llevada recientemente al cine en un documental titulado “Un Amor Loco”, que quiere plasmar una gran historia de amor, un apasionamiento casi enfermizo de dos hombres que se amaron intensamente.
La Fundación conserva cinco mil trajes de alta costura y 15.000 accesorios. Y de ese inmenso legado se ha seleccionado el contenido de la muestra. Describamos brevemente las once etapas de su recorrido:
1.- En 1955 Yves Saint Laurent entra en la casa Dior, en la que el gran modisto le designará su sucesor. Dos años después, tras la muerte de su mentor, Yves Saint Laurent da el paso desde una alta costura obsoleta a ser el protagonista de “el reinado del estilo” gracias a la conocida colección “Trapèze”. Los vestidos que liberan el cuerpo prefiguran el espíritu de libertad característico de los años sesenta.
2.- Una sala en penumbra sirve para rememorar el imaginario mental y las referencias estéticas (pintores, músicos, escritores, etc.) del modisto. También se reproduce su despacho real en la Rue Marceau, donde nacieron la mayoría de sus creaciones.
3.- La revolución de los géneros, con el chaquetón, la sahariana, el pantalón y la chaqueta sastre, la camisa normanda, la túnica y el mono o jumpsuit, son algunas de nuevas prendas que Yves Saint Laurent ofreció a su clientela. El guardarropa debía reflejar como en un espejo un nuevo estilo de vida, una nueva imagen de la feminidad. En este contexto, Yves Saint Laurent crea, entre lo femenino y lo masculino una nueva estética en la que los géneros se confunden: a través de los tejidos –lana y muselina- y de la camisa y el traje completo de hombre, que ahora ofrece también a la mujer.
4.- Lauren Bacall y los Duques de Windsor se convierten en clientes suyos.
La marca fetiche, Saint Laurent Rive Gauche, lanzada en 1966, constituye un hito en la historia de la moda. Pionera del pret a porter de lujo, conocerá un inmenso éxito que prefigura el de las marcas globales contemporáneas. El estilo Yves Saint Laurent se hace accesible a un gran número de mujeres y se impone en el mundo entero a través de cientos de boutiques.
5.- ‘Catherine Deneuve siempre me resultó extraordinaria’, diría. Una sala muestra parte del guardarropa de Catherine Deneuve, una de sus más importantes musas, desde el vestido empolvado en negro y satén marfil creado para Belle de jour (1967), al vestido de noche largo, en crepé de satén rojo tango (1977).
6.- En verano de 1971, presenta una colección inspirada en la década de 1940. En los salones de moda se produce la consternación. Más que las reminiscencias de la época de la guerra y la ocupación, es el tipo de mujer imaginada por el diseñador lo que provoca. La prensa reacciona violentamente en contra y le condena, pero la colección triunfa y la calle adopta suspostulados. Las jóvenes se reconocen en este estilo retro. Blusas y vestidos que dejaban entrever los cuerpos resultaron escandalosos.
7.- Modelos inspirados en sociedades lejanas. Culturas y estéticascon las que conecta a través de la imaginación: China, Japón, Rusia, Marruecos…
8.- “Mondrian significa la pureza, no se puede ir más lejos en el ámbito de la pintura. La obra maestra del siglo XX es un Mondrian”, diría. En 1965, lanza una colección inspirada en Mondrian. Luego seguirán Wesselman, Poliakoff, Van Gogh, Matisse, Picasso, Braque, Léger, Apollinaire, Aragon, Cocteau, Lalanne…
9.- “Adoro a Visconti y las épocas turbulentas. Me seduce la decadencia, anuncia un mundo nuevo y, desde mi punto de vista, el combate entre una sociedad cautiva entre la vida y la muerte es algo absolutamente magnífico de contemplar”. En “el último baile” desfilan los vestidos de una alta costura nostálgica de su esplendor.
10.- El esmoquin, siempre igual pero nunca el mismo: durante cuarenta años, más de cien modelos de esmóquines salieron de la imaginación de Yves Saint Laurent y de su voluntad de afirmar la legitimidad de un traje con el que creía que debía conquistar el mundo y convertirse en pieza emblemática de su estilo.
11.- Los colores: “Adoro el oro, un color mágico, el color del sol. Adoro el rojo, agresivo y salvaje. Los colores fuertes del desierto”. En el último espacio de la exposición los visitantes seenfrentan a su talento cromático. Los trajes de muselina drapeada de su último desfile del 2002 aparecen suspendidos en el espacio.
La exposición se completa con 81 bocetos originales que ayudan en la comprensión de todos los pasos del genial diseñador, desde la idea inicial, hasta la ejecución final del modelo. A estos dibujos se unen diversas series fotográficas como la que le realizó en 1971 el fotógrafo Jeanloup Sieff para la publicidad de lanzamiento de su primer perfume para hombres “YSL Pour Homme” en las que posó desnudo.
Dicen que YSL combinó el anhelo de vestir a la gente común con la confección de un modelo exclusivo para la mujer de sus sueños. Dejando las metáforas que engrandecen su obra, la vida de Yves Henri Donat Dave Mathieu Saint Laurent tuvo muchas sombras. Había nacido en Argelia en 1936 en el seno de una de las mejores familias de los colonizadores. Su padre era descendiente de un barón francés y su abuela materna era española, algo que nadie recuerda. Siendo niño ya leía con avidez la revista Vogue. Por su carácter peculiar sufrió acoso escolar. Siempre se sintió muy unido a su madre, que comprendió enseguida al sensible niño del que los compañeros de clase se reían porque vestía las muñecas de sus hermanas. Con 18 años entró a trabajar en la firma Dior. En 1957, con 21 años, Saint Laurent se convirtió en el modisto más joven de la alta costura francesa.
El servicio militar obligatorio fue un episodio traumático. Saint Laurent duró apenas 20 días en el ejército. Debido a las humillaciones infligidas, -ser mariquita allí y entonces no era fácil- sufrió un ataque de estrés y fue ingresado en un hospital militar. Allí supo que la casa Dior no le reservaba el empleo y que más bien había prescindido de él; esta noticia empeoró su estado emocional y fue ingresado en el psiquiátrico de Val-de-Grâce, un centro tristemente conocido por sus terapias agresivas. Saint Laurent sufrió electroshocks y le administraron sedantes y otras drogas, una etapa sombría que ayuda a explicar sus posteriores problemas emocionales y adicciones.
A finales de 1960 Saint Laurent abandonó el psiquiátrico, y al volver a París con la ayuda de Bergé creó su propia casa de costura. Se fue haciendo más y más noctámbulo; acudía habitualmente a discotecas como Studio 54, y era consumidor habitual de cocaína. Su vida era deplorable; su obra respetadísima.
Saint Laurent y Bergé reunieron una importante colección de arte en su mansión gracias en gran medida al éxito económico del perfume Opium (1977), el más vendido del mundo. Recibió la Legión de Honor de manos del presidente francés François Mitterrand. Pero siguió padeciendo episodios de inseguridad y el miedo al fracaso lo llevaba a consumir tranquilizantes y somníferos. Cuando terminaba el siglo, YSL fue adquirida por el Grupo Pinault. El se retiró definitivamente en enero de 2002, protestando contra el afán de lucro que había contaminado el mundo de la moda «como si sólo se tratara de hacer cortinas para ventanas». Al funeral de Saint Laurent acudieron el presidente de Francia Nicolas Sarkozy y su esposa Carla Bruni, que había trabajado como modelo durante muchos años con la firma. Su colección de arte se subastó en tres días por la firma Christie’s: 730 lotes por un total de 373 millones de euros. El año pasado se encontró un retrato suyo del lider del grupo Queen, Freddie Mercury, un desnudo que se cree que data de 1984.
Pierre Bergé, seis años mayor, fue su sostén siempre. Bergé es también buen amigo de Gerard Mortier, que lo ha incorporado al nuevo consejo asesor artístico del Teatro Real, y recientemente se ha convertido en accionista mayoritario del diario Le Monde. No olvidó presentando la exposición en Madrid citar a Balenciaga con admiración aunque con distancia pues fue contrapunto de YSL. Caracterizó a su compañero de fatigas como el único gran modisto que no se dejó encerrar en la estética y tuvo una verdadera dimensión social. Y reiteró su opinión de que la moda no es un arte, pero que está concebida por auténticos artistas.
Excelente montaje el de esta exposición, que permite contemplar las piezas desde muy cerca. Bien estructurado, con abundante documentación, un placer para el visitante en el que esta Fundación como es habitual en esta casa no se han regatedo esfuerzos. No es una sucesión de maniquíes, es más y por eso es interesante.
Aproximación a la exposición (del 1 al 10)
Interés: 7
Despliegue: 8
Comisariado: 7
Exposición virtual
Fundación PH&YSL
La empresa YSL en la actualidad
YVES SAINT LAURENT
FUNDACIÓN MAPFRE. Instituto de Cultura.
Comisario general: Florence Müller
6 de octubre de 2011 a 8 enero 2012
Paseo de Recoletos nº 23 – Madrid.
Los modelos reproducidos son por el oden de inclusión:
-Conjunto de torero
Colección de alta costura
Otoño-invierno de 1979
Capa de gazar rosa; bolero y taleguilla de brochado lamé oro y rosa; blusa de satén y tafetán rosa vivo
©Fondation Pierre Bergé – Yves Saint Laurent / Foto A. Guirkinger
-Abrigo corto de noche
Colección de alta costura
Primavera-verano de 1971
Zorro verde
©Fondation Pierre Bergé – Yves Saint Laurent / Foto A. Guirkinger
-Vestido corto de cóctel
Colección de alta costura
Primavera-verano de 1964
Shantung natural, aplique de una rosa de seda negra
©Fondation Pierre Bergé – Yves Saint Laurent / Foto A. Guirkinger
-Vestido largo de noche
Colección de alta costura
Primavera-verano de 2002
Drapeado de muselina amarilla; capa de gazar azul forrado de seda verde
©Fondation Pierre Bergé – Yves Saint Laurent / Foto A. Guirkinger
-Esmoquin pantalón
Colección de alta costura
Otoño-invierno de 1966
Grano de pólvora y satén de seda negros; blusa de organdí blanco
©Fondation Pierre Bergé – Yves Saint Laurent / Foto A. Guirkinger
-Traje con falda corta
Colección de alta costura
Primavera-verano de 1967
Chaqueta, chaleco y falda de franela azul marino con rayas blancas; camisa de algodón blanco
©Fondation Pierre Bergé – Yves Saint Laurent / Foto A. Guirkinger
