Apoteosis de Nuria Espert, por J.C.Deus

lucrecia_05No tenía necesidad «económica ni profesional» de someterse a este desafío, pero sí el impulso de sentirse aún capaz en un oficio que «más que una carrera, es una vida». Con 75 años, Nuria Espert acomete ‘La violación de Lucrecia’, el poema de William Shakespeare convertido en un monólogo teatral en el que la actriz narra la historia y hace al mismo tiempo de violada y de violador. Ochenta minutos de enorme dramatismo, de magnífico texto, de formidable interpretación. El triunfo de la profesionalidad experimentada, de la maestría veterana, de esta neoancianidad dinámica del tercer milenio a la que estamos estúpidamente arrinconando.

Se trata de un poema narrativo basado en la leyenda sobre el origen de la república en Roma, la segunda de las obras poéticas conservadas del autor, anterior a sus grandes tragedias. No es Hamlet, Otelo o Macbeth, pero ya muestra un texto deslumbrante, de construcción austera pero plagado de asombrosas comparaciones, magníficas metáforas, y erudita sabiduría producto de concienzudos estudios y gran capacidad de observación. En este texto está el gran Shakespeare, quizás la conciencia más aguda que ha reflexionado sobre la compleja naturaleza humana.

lucrecia_07Lucio Tarquinio el Soberbio fue el séptimo y último rey de Roma. Fue destronado y expulsado de Roma junto con toda su familia a raíz de la fechoría cometida por su hijo Sexto Tarquinio contra Lucrecia, la dulce y casta esposa de su primo Colatino. Tentado por las imprudentes confidencias del orgulloso esposo, el malvado Sexto visita a Lucrecia y la posee con violencia y engaño. Presa de la mayor desesperación por lo sucedido, Lucrecia manda llamar a su marido y tras confesar lo sucedido se mata de una puñalada en el corazón. Los fieles a Colatino organizan una revuelta que derroca la dinastía y proclama la República en el año 509 a. C.. Ya no habrá más reyes en Roma. En su lugar fueron elegidos para gobernar los pretores, que más tarde fueron llamados cónsules. Es el camino hacia la República romana. ‘Delenda est monarchia’… hace 2.500 años.

El poema, en estrofas de siete versos, fue publicado en 1594 y termina en el momento en que Bruto y Colatino se disponen a transportar a través de Roma el cadáver de la Lucrecia, para incitar a los romanos a expulsar al malvado y a toda su estirpe: ‘Cuando todos juraron el compartido fallo,/sacaron del lugar a la bella Lucrecia,/para mostrar su cuerpo sangrante a toda Roma/ y proclamar así la afrenta de Tarquino,/ lo cual, una vez hecho con rauda diligencia,/ hizo que los romanos castiguen entre aplausos,/ al infame Tarquino, al exilio perpetuo’.

La actriz encara el poema de principio a fin con gran eficacia. Pasa de narrador a protagonista, de violador a violada sin recurrir a efectismos facilones, con matizadas inflexiones de voz de enorme eficacia (y lamentable ausencia en nuestros escenarios hoy día). Recita el bello poema con un tono, un pulso, un fraseo, un acento y una vocalización verdaderamente ejemplares. Espert debería crear un curso para actrices jóvenes, debería transmitir su saber y su experiencia.

lucrecia_11‘Sólo acompañada de un director en quien pudiera depositar toda mi confianza podía decidirme a afrontar el reto de tratar de convertir la narración y todos sus personajes en seres de carne y hueso, no sólo en mágica literatura’, explica la actriz su elección de Miguel del Arco, al que algunos ya consagran tras sus recientes La función por hacer y El proyecto Youkali. La primera no nos gustó y la segunda no quisimos verla. Todos tenemos nuestros fallos.

Del Arco debía asegurar que un argumento anticuado -el oprobio de la violación ya no cae afortunadamente sobre la víctima-, en forma de largo monólogo de enorme complejidad literaria, no resultara inabordable en un escenario. Contenidos recursos escénicos facilitan a la actriz cambiar de personaje. Sus movimientos en el escenario son tan sutiles como los versos que convierte en soliloquios apasionantes. La escenografía, diseñada por el Ikerne Giménez (que acaba de ganar un Premio Max) es simplemente la habitación de Lucrecia en medio de un escenario vacío, un lecho con dosel, unas túnicas. El espacio sonoro de Sandra Vicente es correcto y termina con Für Aline de Arvö Part.

lucrecia_01‘El trabajo de estos meses ha sido el más duro que recuerdo en toda mi carrera; parecido, quizás a Las criadas o a Maquillaje’, confiesa Nuria. ‘Ha mezclado placer, fatiga física y mental y en algunos momentos profundo desconcierto. Eso es el teatro para mí’. Éste mismo año la actriz acaba de terminar, en el Piccolo Teatro de Milán, la gira de ‘La casa de Bernarda Alba’, de F. García Lorca, dirigida por Lluís Pasqual, donde interpretaba la Bernarda, trabajo que se pudo ver en las Naves del Español de Matadero a finales de 2009. Otros de sus recientes trabajos han sido Hay que purgar a Totó (producción del Teatro Español) y Play Strindberg, junto a José Luís Gómez y Lluis Homar, ambas dirigidas por Georges Lavaudant además de: La Celestina, de Fernando de Rojas, dirigida por el director canadiense Robert Lepage.

Esta pieza es un portento de interpretación, una delicia de texto y un gozo teatral de los que compensan tanta medianía como nos rodea. Nuria Espert está agotando las localidades una vez más en su vida. Aplaudimos a esta señora con afecto y reconocimiento.


TEATRO ESPAÑOL
SALA PEQUEÑA
LA VIOLACIÓN DE LUCRECIA
De William Shakespeare
Dirección Miguel del Arco
Del 4 de noviembre al 19 de diciembre
Interpretado por Nuria Espert
Escenografía Ikerne Giménez
Iluminación Juanjo Llorens
Espacio sonoro Sandra Vicente (Estudio 340)
Una producción de Juanjo Seoane Producciones
Del 4 de noviembre al 19 de diciembre
de martes a sábados a las 20.30 horas
Domingos a las 19 horas.

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA
Autor

José Catalán Deus

Editor de Guía Cultural de Periodista Digital, donde publica habitualmente sus críticas de arte, ópera, danza y teatro.

Lo más leído