Sófocles eterno, Edipo magistral, por J.C.Deus

El Teatro Español presenta, en coproducción con Grec 09 Festival de Barcelona, ‘Edipo. Una trilogía’, un espectáculo dirigido por Georges Lavaudant y con un elenco encabezado por Eusebio Poncela, que estará en las Naves del Español de Matadero Madrid del 29 de mayo al 28 de junio. Pues bien, es una maravilla, así de simple. Pocas veces Sófocles ha sido tan accesible, tan próximo. Pocas veces la palabra -el Verbo- consigue en el teatro el protagonismo que le corresponde. Pocas veces, los clásicos afirman con tanto saber su mensaje eterno. Pocas veces puede gozarse del teatro tan esencial y rotundo, en estado puro, hipnótico trance, taumatúrgica ceremonia sacra, avasalladora presencia mágica llegada de los confines misteriosos de lo intuido más allá de nuestra pequeña existencia.

Este espectáculo funde tres textos: Edipo Rey, Edipo en Colono y Antígona, las tres magistrales tragedias de Sófocles, que, aunque no fueron concebidas como una trilogía, tratan el mismo tema: la tragedia que asola a la familia de los Labdácidas. Ocurre en la Grecia clásica de hace 2.500 años, pero las pasiones y reacciones de sus protagonistas, sus desgracias y miserias, sus errores y vacilaciones ante la fuerza del destino, están tan vivas como si estuvieran ocurriendo a nuestro lado.

Ya de por sí, el fundir las tres obras es tarea ambiciosa que nos hacía acudir al estreno con no pocas prevenciones, y puede hacer naufragar a los más experiementados timoneles. El filólogo Daniel Loayza -habitual colaborador de Lavaudant, lo ha traducido y adaptado del griego al francés, y el escritor Eduardo Mendoza ha realizado la versión final, traduciendo del francés al español. Lo que han hecho es una maravilla. Nunca Sofocles nos sonó tan claro. Han demostrado aque se puede adaptar a los clásicos con inteligencia, corazón y respeto.

Con este texto, que deja chico a Shakespeare y Calderón, se necesitaba un director que pusiera su saber al servicio del mismo. El francés Georges Lavaudant, que vuelve de nuevo al Teatro Español después de ‘Hay que purgar a Totó’, demuestra estar entre los mejores de la escena actual. Lo que es hoy abundante y otras veces nos ha parecido fallido -escenario vacío, ambientación ecléctica, sonido e iluminación avernal, actores perdidos y distantes- aquí resulta esencial y conforma el contexto frágil, perecedero, gastado, que ilumina el texto, el drama, el trascurrir de una trama que nos comunica cosas esenciales, cosas pisoteadas en el mundo que nos rodea, cosas sagradas ante las que debemos arrodillarnos humildemente.

Lavaudant ha contado de nuevo para el diseño de la escenografía y del vestuario con Jean Pierre Vergier, con el que ha firmado prácticamente todos sus montajes, así como con José Antonio Gutiérrez en la banda sonora y Eugenio Szwarcer en el diseño de imágenes y vídeo, de gran importancia en este montaje. Escasos objetos, chirridos de ultratumba e imágenes basura del torrente cotidiano que intenta aplastarnos, crean un mundo espectral donde la palabra reina. La palabra, reina. ¡Qué venganza en un mundo donde casi nadie sabe hablar porque casi nadie piensa, en un mundo que desprecia el instrumento de nuestra diferencia hasta retrotraerlo más bajo que muchos lenguajes animales!

El enorme espacio escénico del Matadero tiene en su centro un pequeño escenario torcido, donde un operario con mono azul sube y baja una pantalla donde se proyecta el detritus que nos asfixia, tachaduras, borrones, grafitis, recortes, tomas fallidas de la vida , filmaciones inservibles de la nada. Unas cuantas butacas rojas se alinean delante, un foco allá, un secador de peluquería acullá, una mesa, casi nada.

El distanciamiento de los actores, su contenida forma de recitar colabora a crear ese espacio mortecino que sólo las palabras pueden resucitar. Eusebio Poncela encabeza el reparto con el que debe ser el mejor papel de su larga carrera. Pedro Casablanc es un Creonte soberbio, Laia Marull es una sobria Antígona, Miguel Palenzuela, Rosa Novell, Luis Hostalot, Noelia Benítez, Fernando Sansegundo y Críspulo Cabezas trabajan al unísono, encarnando disciplinada y profesionalmente la idea con la que el director ha decidido enfrentarse a este desafío.

Así que, por una vez y sin que sirva de precedente, tenemos un texto inmejorable, una dirección escénica acertada y una interpretación adecuada. Sólo necesitamos un público a su altura, y no es fácil. Hubo decenas de deserciones en la noche del estreno, y los espectadores que abarrotaban la enorme sala no aplaudieron con ese entusiasmo unánime de los éxitos. Y es que esta trilogía edípica no va a la moda de politizar tergiversando (sobre todo Antígona, que ha tenido millar y medio de versiones a lo largo de los siglos y ha sido manipulada de forma zafia y torticera), de difundir trivializando (con chistes, guiños y alusiones de baja estofa). Sólo pretende que usemos el cerebro como lo usaban los atenienses de hace 25 siglos en sus festivales, nada sesudo y dificultoso. Los dioses (es decir, lo trascendente y desconocido) existen; hay una moral natural más allá de las religiones que debe respetarse; nuestras acciones tienen consecuencias invisibles además de lo obvio. Los mortales casi nunca entendemos nada, empezando por nosotros mismos. Si usted es sensible y aspira a mejorar dentro de un orden, siéntese en su butaca y despliegue con inocencia sus sentidos. Antes de nada, olvídese del manido complejo de Edipo y su marasmo de connotaciones, es agua pasada y viciada, y es secundario en esta historia.

Tras su estreno en las Naves del Español en Matadero, ‘Edipo. Una trilogía’ se presentará del 23 al 27 de julio en Grec 09 Festival de Barcelona –coproductor del espectáculo- y posteriormente viajará al Festival de Mérida, del 12 al 16 de agosto. Una buena obra de teatro es la que te cuenta algo interesante de forma atractiva, un trabajo colectivo que te hace pasar un buen rato. Esta trilogía edípica es algo más. Reafirma la vigencia de los valores universales, eleva nuestra humanidad y plantea el programa esencial para no rendirse.

Dos grabaciones sonoras de la obra:

EDIPO, Una trilogía
A partir de Edipo Rey, Edipo en Colono y Antígona de Sófocles
Dirección: Georges Lavaudant
NAVES DEL ESPAÑOL
MATADERO
Del 29 de mayo al 28 de junio de 2009
De martes a domingos, 20.30 h.
Precio: 22 euros
Paseo de la Chopera 14

Reparto por orden de aparición:
Edipo: Eusebio Poncela
Creonte: Pedro Casablanc
Tiresias: Miguel Palenzuela
Yocasta: Rosa Novell
Mensajero: Luis Hostalot
Antígona Laia Marull
Ismene: Noelia Benítez
Teseo: Fernando Sansegundo
Polinices: Críspulo Cabezas

FICHA ARTÍSTICA
Traducción del francés Eduardo Mendoza
Traducción y adaptación del griego Daniel Loayza
Iluminación Georges Lavaudant
Escenografía y vestuario Jean Pierre Vergier
Banda Sonora José Antonio Gutiérrez
con la colaboración de Luc Guillot
Diseño de vídeo Eugenio Szwarcer
Ayudante de vestuario Brigitte Tribouilloy
Director técnico Toño M. Camacho
Producción Ejecutiva ELSINOR
Ayudante de dirección Luis Blat
Dirección Georges Lavaudant
Una coproducción del
Teatro ESPAÑOL de Madrid y
Grec 09 Festival de Barcelona

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Autor

José Catalán Deus

Editor de Guía Cultural de Periodista Digital, donde publica habitualmente sus críticas de arte, ópera, danza y teatro.

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