Katia Kabanová sobre las aguas, por J.C.Deus

Era lo más esperado de la actual temporada del Teatro Real. El trágico destino de una joven atormentada es la historia que cuenta esta ópera de los años veinte del pasado siglo, cuyo título es el nombre de la desgraciada protagonista. En la Rusia de 1860, el progresivo acoso de su suegra, la insoportable infelicidad que la agobia, y los remordimientos y sufrimientos tras una aventura amorosa, llevan al suicidio a Katerina Kabanova, esposa de un hombre débil, sometido a su madre.

El río Volga, a cuyas orillas se ambienta el drama ‘La tormenta’ del escritor ruso Alexander Nikoláievich Ostrovski, que inspiró al compositor checo Leoš Janáček, ha sido convertido en protagonista absoluto por Robert Carsen, el director de escena: inunda el escenario y constriñe a los personajes. Lo moja todo en una clara metáfora del poder absoluto que han logrado los escenógrafos en la ópera de hoy. Pensar que hace tan sólo dos décadas, los tenores iban a arriesgarse a romperse la crisma sobre pasarelas resbaladizas, o que las sopranos iban a cantar con los piés mojados, era impensable. Hoy lo vemos con naturalidad, y a veces vemos y veremos cosas peores.

Esta inundación acuática del escenario, se presenta como el principal atractivo del espectáculo, pero ciertamente no aporta nada a la maravillosa ópera, y posiblemente la perjudica. Tampoco es una innovación técnica total, pues se ha visto ya en los escenarios, sin ir más lejos en Alas, la coreografía de Nacho Duato con el esloveno Tomaz Pandur que se estreno en febrero de 2007 en el mismo Teatro Real.

Una dificultad menor, sin embargo, ante la estatura de esta impresionante ópera y su excelsa música. La adaptación de Ostrovski sirve a Janáček para crear una de sus mejores partituras, cuya concisión e intensidad es confirmación de lo que ya sentimos sin ir más lejos en ‘El caso Makropulos’ el pasado junio, otra cumbre operística que resistía las barrabasadas del director de escena de turno, entonces otra ‘vaca sagrada’, Krysztof Warlikowski, considerado uno de los más innovadores del teatro actual, que ambientaba la complicada trama entre urinarios y lavabos.

En ambos casos también, la música de este formidable compositor brillaba por encima de libretos irregulares. En Katia Kavanova, si bien el argumento es interesante y verosímil -matrimonio desgraciado que arrastra a la infidelidad conyugal que a su vez lleva al desastre-, el argumento preferido por el ‘arte burgués’ de los últimos siglos, no termina de estar bien contada ni la evolución de la relación extraconyugal ni la elección del suicidio sobre la fuga con su amante, que realiza sin motivo visible la protagonista.

Estrenada en el Teatro Nacional de Brno el 23 de noviembre de 1921, Katia Kabanova es una obra maestra de Leoš Janáček. Dicen que sobre la soledad e insatisfacción de la mujer. Aunque el personaje más refinado sea la suegra, otro clásico del drama burgués hasta hoy mismo. Se nos plantea que la frustración amorosa de la protagonista la hace comparable a otras figuras femeninas míticas de la literatura como Emma Bovary o Anna Karenina, y al igual que éstas, asumirá un destino trágico al no querer someterse a las normas de una sociedad burguesa y castradora. Bueno, puede ser una forma de decirlo.

Es, junto a Jenůfa, la ópera más conmovedora del compositor moravo y una de las fundamentales de su autor, que sólo se ha representado una vez en Madrid, en el Teatro de la Zarzuela, en 1975, con el Teatro Nacional de Praga. Con ella el Teatro Real prosigue en su larga tarea de difundir entre nosotros la obra de Janáček tras sucesivamente La zorrita astuta, Osud (El destino), Desde la casa de los muertos y El caso Makropulos. A Jenufa le tocará el año que viene.

Del dramaturgo ruso Ovstroski (1823-1886), acabamos de tener Lobos y corderos en el Festival de Otoño de Madrid, una historia de la alta sociedad provinciana venida a menos, influyente pero arruinada, esa Rusia zarista de hacendados ociosos, de matrimonios de conveniencia, de trampas e intrigas alrededor del dinero.

Volvamos a la puesta en escena de Carsen fue para la Vlaamse Opera de Amberes se ha visto antes en Colonia y Milán. Ya hemos hablado del agua. Distinto es nuestra impresión sobre la iluminación, la atmósfera y el vestuario, todo magnífico. Desgraciadamente, no pudimos ver el anterior trabajo de Carsen en Madrid, la unánimente denominada ‘magistral visión’ de Dialogues des carmélites de Poulenc.

En una entrevista reciente, Carsen decía:

‘Cuando empiezo a trabajar en una producción en compañía del diseñador, el proceso de concebir del imaginario visual es como ir pelando una cebolla capa a capa […]. En lo que respecta al proceso creativo, me gusta trabajar desde dentro hacia afuera, y en este sentido el primer problema que se presenta es cómo enfocar la ópera. Hay que invertir mucho tiempo en esta fase, documentarse sobre el compositor y el libretista, y, por encima de todo, entender cuáles eran sus objetivos, en qué estaban pensando a la hora de escribirla. Suelo tratar de imaginarme al compositor empuñando un lápiz o una pluma y ponerse a crear a partir de la nada ese fabuloso mundo sonoro. En Janáček se da un equilibrio perfecto entre pasión e intelecto porque sus óperas son sintéticas y compactas’.

‘Desarrolló un lenguaje propio diferente a otros compositores», opina el director de la orquesta Jiri Belonhlavek, uno de los mayores expertos en la obra del compositor checo, después de Sir Charles Mackerras, responsable de la edición crítica que sonará en el Real a lo largo de diez funciones (hasta el 23 de diciembre). Janácek es «uno de los compositors más interesantes del siglo XX», opina también el director artístico del Real, Antonio Moral, que por cierto, ya tiene sustituto. A partir de enero de 2010 será el belga Gerard Mortier, después de que decidiera rescindir su contrato con el New York City Opera. Su compromiso con el Teatro Real será por cinco años. Además de la dirección artística, Mortier tomará personalmente las riendas del departamento musical, ámbito en el que quiere desarrollar un intenso trabajo con la orquesta titular (La Orquesta Sinfónica de Madrid) y el coro del teatro, para lo que tiene planeado implantar un conjunto permanente de directores. Mortier viene precedido de fama rupturista y obsesión innovadora. Será todo un desafío ver si la deconstrucción no termina en demolición. Es una apuesta bien arriesgada.

En fin, en esta excelente Katia Kabanova, la soprano finlandesa Karita Mattila no decepcionó ante su alta cotización mundial en estos momentos. Pero no se quedan atrás ni Julia Juon ni Guy De Mey ni Miroslav Dvorsky. Todo buenísimo, pero todo pasado por demasiada agua.

Diario de un desaparecido: el otro Janáček

El Teatro Real complementará esta ópera con El diario de un desaparecido, un ciclo de canciones del compositor checo, basado en poemas de Ozef Kalda. Considerada como una perla dramática, cuenta –a través de veintidós piezas– la historia de un hombre que se enamora de una gitana, con la que termina teniendo un hijo y huyendo. La obra, ya estrenada en el coliseo madrileño en 2003, se realizará ahora en versión escenificada bajo la dirección de Michal Znaniecki. Al piano se sentará el maestro Riccardo Bini, quien acompañará al tenor Joan Cabero y la contralto Irina Zhytynska. Del 28 al 30 de diciembre

Éste es el programa de Katia Kabanova, con el argumento y la información completa.

KATIA KABANOVA
Leos Janácek (1854 – 1928)
Ópera en tres actos
Libreto del compositor, basado en La tormenta de Alexander Nikolálevich Ostrovski
Edición crítica de Sir Charles Mackerras
UNIVERSAL EDITION, A. G.

Producción de la Vlaamse Opera de Amberes
CORO Y ORQUESTA TITULAR DEL TEATRO REAL
(Coro y Orquesta Sinfónica de Madrid)

Duración aproximada de las representaciones:
Actos I y II: 1 hora y 10 minutos
Pausa: 25 minutos
Acto III: 32 minutos

Equipo artístico:
Dirección musical: Jiri Belohlavek
Dirección de escena: Robert Carsen
Escenografía y figurines: Patrick Kinmonth
Iluminación: Robert Carsen
Iluminación: Peter van Praet
Dirección del coro: Peter Burian

Reparto:
Dikoi: Oleg Bryjak
Boris: Miroslav Dvorsky (2, 5, 8, 11, 14, 17, 20, 23)
Boris: Pär Lindskog (4, 16)
Kabanija: Julia Juon
Tijon: Guy De Mey
Katia: Karita Mattila (2, 5, 8, 11, 14, 17, 20, 23)
Katia: Andrea Dankova (4, 16)
Kudriash: Gordon Gietz
Varvara: Natascha Petrinsky
Kuliguin: Marco Moncloa
Glasha: Itxaro Mentxaka
Feklusha: María José Suárez

————————————————————————
(NOTA: Si desea recibir un aviso diario de las informaciones nuevas que publicamos, introduzca su dirección de correo en el recuadro ‘Suscribirse a Infordeus-Blog’ de la columna de la izquierda de las páginas de Infordeus. Gracias por su interés).
————————————————————————

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA
Autor

José Catalán Deus

Editor de Guía Cultural de Periodista Digital, donde publica habitualmente sus críticas de arte, ópera, danza y teatro.

Lo más leído