Público maniobra contra el Rey

(PD).- Roures tenía entre ceja y ceja que fuera Félix Monteira el que tomara la riendas de su periódico. El empresario, que ha hecho siempre gala de posiciones ideológicas radicales, sentía que Ignacio Escolar se quedaba corto. Y el resultado está a la vista. Público no sólo recoge en sus páginas opiniones de extrema izquierda (ataques a la Iglesia, defensa de Hugo Chávez,…), sino que dedica toda su portada a impulsar el regreso de la república a España. Es el diario de los chico de ZP y sus traumas.

Parten de un hecho -el sobreseimiento de la causa contra la pitada al Rey- que quizá pueda ser algo más que anecdótico, pero que ningún otro diario ha considerado que tenga la relevancia como para darle toda la portada. Sólo los chicos de Roures, capitaneados por Félix Monteira. La noticia va acompañada de otro titular que dice: «Franco designó a dedo a Juan Carlos como su sucesor hace 40 años». Juan Carlos, del que habla la portada de Público, es el Rey.

Dos hechos que tienen que ver con la Corona han servido a Félix Monteira para darle un impulso a la causa republicana. El primero es que pitar al Rey está amparado por la libertad de expresión, según el juez Santiago Pedraz, que ha dictaminado que no fue delito la pitada contra el jefe del Estado que nacionalistas vascos y catalanes impulsaron con motivo de la final de la Copa del Rey de fútbol del pasado 13 de mayo, disputada en Valencia. El segundo, una efemérides: «Hace 40 años, el 22 de julio de 1969, Franco decidió que Juan Carlos fuera su sucesor como jefe de Estado».

«La Ley de Sucesión a la Jefatura de Estado iba a dar solución en la persona de Juan Carlos de Borbón, nombrado Príncipe de España, al complejo proceso de designación del sucesor por el propio dictador. Franco pretendía perpetuar su régimen cuando no estuviera. La dictadura no sobrevivió a los setenta, pero el elegido se aseguró para él y los suyos una Corona que aún hoy ostenta».

Según pueden leer los lectores de Público, «Juan Carlos I consiguió que los Borbones volvieran al trono pese a que ello le costó una trifulca familiar con su padre, Juan de Borbón, legítimo sucesor de Alfonso XIII (depuesto en 1931), a quien Franco vetaba. De Juan Carlos sí pensó el dictador, y así lo afirmó en las Cortes aquel día, que había dado «claras muestras de lealtad a los principios e instituciones del Régimen«.

Y seguidamente, da la opiniones de expertos sobre la Constitución y esta designación. Todas en el mismo sentido.

«En la Transición pocos pudieron «debatir entre monarquía o república; el tema era democracia o dictadura». Ganó lo primero. Pero con corona incorporada».

Público abandera sin tapujos la vuelta de la república a España, por aquello de que no hay dos sin tres.

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