El vedetismo de Cebrián acabó con la paciencia de Díez de Polanco

El vedetismo de Cebrián acabó con la paciencia de Díez de Polanco

(PD).- Prisa nunca estuvo preparado para subsistir sin Jesús de Polanco. Sin el patrón al frente, se suceden las luchas de poder en el grupo que ya se han cobrado la cabeza de Javier Díez de Polanco. Mientras, los bancos piden cada vez más garantías y ya han puesto sus ojos -como informaba este periódico- en un activo histórico: Santillana.

Ha sido un bombazo. Una jugada de Cebrián para quitarse de encima al enésimo escollo dentro de Prisa. La nota publicada por el grupo era, ante todo, sorprendente. Después de 20 años, Javier Díez de Polanco abandonaba «por voluntad propia» su cargo al frente de Sogecable, «para iniciar una nueva etapa profesional». Esta decisión, justificaba el comunicado, «ha sido tomada en el marco del actual proceso de transformación y cambio emprendido por el grupo Prisa».

Más allá de las discrepancias, se trata de un movimiento de supervivencia. Cebrián, responsable de la opa presentada sobre Sogecable y que ha lastrado la economía del grupo, necesita la venta de Digital+ para aliviar la deuda que ya asciende a más de 5.000 millones y, de paso, dar un golpe de autoridad que afianzase su posición. Díez de Polanco, por su parte, siempre se había mostrado contrario a esta operación, pero no ha aguantado los desplantes del consejero delegado y ha preferido abandonar el barco en un momento crítico.

La gota que ha colmado el vaso -apunta El Confidencial Digital– ha sido el protagonismo que ha cobrado Cebrián en el proceso que podría derivar en breve en una fusión de Cuatro con laSexta. Las conversaciones sobre este tema las está llevando, nuevamente, el propio Juan Luis Cebrián que ha desplazado a su rival en un terreno que hasta ahora Díez de Polanco consideraba de su exclusiva competencia.

VÍA LIBRE PARA CEBRIAN

No obstante, la jugada de Cebrián al quitarse de encima al «sobrinísmo» puede no ser suficiente. Los resultados de Prisa, presentados ante la CNMV a última hora del jueves, en vísperas de las fiestas del 1 de mayo, han sufrido un golpe escandaloso. Y la venta de Digital+ sigue parada. Sólo Vivendi-Telefónica han presentado una oferta y no supera los 2.000 millones de euros -la plataforma arrastra una deuda de 800 millones-, mientras que en Prisa desaconsejan la venta por debajo de los 2.500 millones.

En esta tesitura, los bancos no están muy convencidos del plan de viabilidad presentado por el grupo el pasado 22 de abril y exigen garantías. La primera medida fue deshacerse de Crisol, la famosa cadena de tiendas de libros y música fundada en 1987.

Pero la operación podría tener una segunda parte: la venta de participaciones de Santillana y Media Capital. Actualmente están en conversaciones con entidades financieras para ver cual es la mejor forma de realizar una ampliación de capital (el consejo tiene poderes para levantar hasta 2.000 millones de euros de equity).

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