(PD).- La jornada dominical casi podría medirse por sus entrevistas. De todas ellas, la de mayor interés fue, sin duda, la concedida por Federico Jiménez Losantos al magazine de El Mundo, de la que ya les dimos noticia la semana pasada. Por cierto, que la entrevista fue preparada días después del sonoro regreso del turolense tras la Semana Santa.
Lo curioso de la interviú es que además de enterarnos del próximo libro de haikus (poemas cortos japoneses) que publicará Losantos, es la primera vez que el locutor se pronuncia tras aquél sonado vapuleo del martes post-Semana Santa. Desde entonces, la crisis que vive con la Dirección de la COPE ha ido atenuándose, de cara al exterior, pero enconándose en el interior.
Explica Manuel R. Ortega en su Brújula de los Medios que ya contó en El Semanal que esta semana los directivos de la cadena transmitían a los sindicatos que Losantos estaría fuera de La Mañana la próxima temporada y, a su vez, recibían el viernes el espaldarazo de los obispos a la decisión. La cosa está clara, y sólo resta conocer si el de Teruel aceptará la oferta que hasta ahora había rechazado (y cuya negativa parece lo más probable) y si se marchará solo o acompañado de la COPE. ¿Notaron la presencia de Ignacio Villa, desaparecido tiempo atrás, en La Linterna?
De las respuestas de Federico, hay algunas destacables y comentables dejando al margen un error de partida que va a servir a sus enemigos para descalificarle: reconocer tendencias suicidas. Por ejemplo, el énfasis en lo de «su» programa, sobre todo teniendo en cuenta que no ha sido suyo, sino de la cadena. De hecho, la COPE no se deshace del espacio, sino del que hasta ahora ha sido director del mismo. La Mañana -justo es señalarlo, otra cosa es el grado de audiencia que ha cosechado con él estos años– ya existía con Antonio Herrero, antes de que fuese sustituido tras su lamentable muerte por Luis Herrero.
Sobre Cañizares y Rouco… pues hombre, achacar el tema a que el primero no tiene poder, cuando ha sido llamado por el propio Papa en persona, que consta le tiene en gran aprecio, es desconocer la realidad de la Iglesia española. Cosa que, según parece, es la que de verdad le está pasando factura a Losantos. Más que el PP, el PSOE, el Gobierno y otros. Cada día está más claro que hay mucho de vendetta interna eclesiástica en su defenestración de La Mañana.
A todo esto, es cierto que hay luchas de poder por la parcela mediática entre los movimientos católicos. Pero los Kikos -muy vinculados a Rouco, principal defensor del turolense junto con la influyente obispa De la Cierva– no cuentan con poder en ese campo y no han entrado en eso. El Opus no se ha comido una rosca en la radio de los obispos. Ni, aparentemente, los Legionarios de Cristo, de capa caída tras la condena pontifica a su fundador. Mucho más activos se han mostrado en esa batalla desde Comunión y Liberación.
Pese a todo, hay que reconocer que se vuelve a demostrar por qué Losantos es el hombre que no deja indiferentes. «La vida es un tracto muy breve que se ilumina por la muerte, el final», dice en uno de sus haikus. Razón no le falta.
Los dientes del viejo caimán
Este domingo también pudimos ver en acción a quien creíamos que ya había olvidado hasta cómo se realizaba una entrevista. Juan Luis Cebrián, el viejo caimán prisaico, de dentadura mellada pero aún con capacidad para el mordisco –ya hablaremos de esto a continuación- entrevistó a Nicolas Sarkozy. Ya ven, Cebrián descendiendo (entre comillas) otra vez al oficio. Él, cuyo reino ya no es de este mundo, aunque una parte del mismo esté para el arrastre con sus cinco mil millones de euros de deuda.
Eso sí, no ha dudado en poner a su chico, Javier Moreno, a trabajar en el castigo del Gobierno Zapatero. A moro muerto, lanzada, que se dice. Quedan dudas razonables sobre si ese vapuleo tiene que ver, de veras, con la crítica situación económica y laboral española, o más bien con esa situación pero centrada en Prisa.
El labrador de Aznar
Curiosa, también, la larga entrevista al ex presidente llevada a cabo por Virginia Drake en Xl Semanal. Lo que no se entiende es cómo esa serie de preguntas y respuestas, donde algunas de Aznar parecen ser hasta simpáticas y graciosas, han sido ilustradas con unas fotos tan siniestras. A destacar el cachorro negro de labrador con el que posa en alguna.
Entender la crisis de una vez
Hace unos meses Carlos Salas, uno de los mejores –si no el mejor- divulgador en el periodismo económico español, se puso a la tarea de escribir un libro para explicar la actual crisis a los que la sufren. El resultado ha sido un volumen titulado La crisis explicada a sus víctimas que comenzará a venderse el próximo 30 de abril, y del que el suplemento Mercados de El Mundo publicaba un extracto. A servidor le consta que el Capitán Schnorkel se lo ha currado un montón y, aunque anda hecho un hooligan de los ebook, a buen seguro que ese libro no tiene desperdicio.
