(PD).- Ya no hay quien disimule el desastre. A ZP le están empezando a dar caña incluso desde sus medios afines. No hay disimulo dialéctico del presidente del Gobierno que valga. Cuando está por llegar lo peor del chaparrón, se han agotado los paraguas. «El paro no corre, vuela. Y, junto al drama, se ha instalado un fatalismo paralizante«. Así arrancaba este lunes su informativo Iñaki Gabilondo en Cuatro. Le pide al presidente la cabeza de Solbes y Sebastián.
«Nuestro Gobierno, descolocado y abrumado por la magnitud de lo que ocurre, se está dejando la vida y los euros en medidas paliativas. Y, coherente con su ideario político, exhibiendo sensibilidad social».
«Pero actúa a la espera de que pase la nube negra y volvamos a donde estábamos. Por eso, porque cree que todo se resume en resistir, apretar los dientes y el cinturón, Zapatero sostiene a un Pedro Solbes exhausto y a un Miguel Sebastián errático».
El periodista de PRISA, el confesor de ZP cuando le dijo aquello de «nos conviene que haya tensión», se despega del Gobierno socialista cuando la catástrofe es ya más que evidente: «Desde nuestro punto de vista el presidente del Gobierno debería dar un enérgico golpe de timón y cambiar el rumbo. Con otra tripulación, desde luego. Cuando el calendario electoral se lo permita, ni un día después, ha de soltar lastre y agrupar un nuevo núcleo duro, con gente capaz de mirar lejos y embarcarse en una aventura de nuevo aliento. A toda maquina hacia el futuro«.
